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ScienceDaily (20 de julio de 2012) - Los desiertos se arrastran hacia afuera en varias direcciones a través del oeste de los Estados Unidos. El viento seco lanza nubes de arena a través del paisaje, lo que lleva a la carga para apoderarse de las tierras circundantes, lo que hace avanzar el creciente problema de la desertificación.
Existe la posibilidad de restaurar estos ambientes áridos y prevenir la desertificación en la superficie de los suelos desérticos, según una nueva investigación llevada a cabo por la Sociedad Americana de Agronomía y la Sociedad Americana de la Ciencia del Suelo, de la mano de Mandy Williams, Directora del laboratorio en la Escuela de Ciencias de la vida en la Universidad de Nevada, Las Vegas. Ella describe la compleja mezcla de microrganismos que alfombran la superficie y son denominadas costras biológicas del suelo (BSC).Los organismos se fusionan con las partículas del suelo, estabilizando las mencionadas BSC, formando frágiles picos sobre la superficie que influyen en una variedad de procesos vitales en los ambientes edáficos desérticos. Williams alega que este tipo de costras actúa como un mulch (cobertura protectora) de vida a través de estos ambientes hiperáridos, protegiendo la superficie edáfica de los procesos erosivos. Una vez el suelo superficial resulta perturbado, resulta muy propenso a perder lo que pocos recursos que permanecen disponibles en su interior .