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Si necesitas saber que definiciones tienen los tipos de lesiones musculares es necesario saber que son dos tipos de traumatismo, uno por traumatismo directo, el cual se debe a un agente externo variable como patadas, codazos etcétera o por el contacto con un objeto duro como el suelo o un poste. Se provocan contusiones cuya gravedad depende del traumatismo y del estado funcional del músculo en el momento del impacto, siendo más vulnerables a sus efectos los músculos en estado de contracción. En la práctica, es difícil prevenir este tipo de lesiones directas, aunque se conoce el mecanismo. En este tipo de traumatismos directos de tipo leve o moderado, las contusiones solo provocan un aplastamiento de las fibras musculares con derrame hemático y edema reactivo, en los casos más graves provocan un desgarro.
Mientras tanto las lesiones por traumatismo indirecto pueden deberse a una serie de factores relacionados entre sí, tales como trastornos iónicos, metabólicos o genéticos, siendo el desencadenante una contracción brusca o una solicitud exagerada del músculo. Entre las localizaciones más frecuentes cabe destacar la de los músculos poliarticulares del miembro inferior, con tendones cortos y del cuerpo largo y carnoso, los isquiotibiales, aductores y gemelos internos. Para el fisioterapeuta lo importante es deducir si existe lesión anatómica o una simple alteración metabólica; este diagnóstico es esencial y se fundamenta en las manifestaciones clínicas y en las exploraciones ecográficas. Dentro de estas lesiones se encuentra la “elongación”, el cual es un rebasamiento de los límites de la capacidad de extensibilidad del músculo debido a un excesivo estiramiento o “la rotura parcial”, la cual es un desgarro considerado importante. Si la rotura es total tiene su entidad mecánica, tratándose de una verdadera fractura muscular con hematoma importante entre los externos. Así que ya sabes como diferenciar este tipo de lesiones traumáticas.
