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Explicación:
La Conspiración Septembrina fue un atentado contra la vida del libertador Simón Bolivar cuando era presidente de la Gran Colombia, ocurrido en Bogotá el 25 de septiembre de 1828. ... Los hechos hirieron de muerte a la Gran Colombia, que desaparecería tres años después.
Respuesta:
Se cumplió en el pasado 25 de septiembre un aniversario más del atentado al presidente Libertador Bolívar conocido en la historia patria como la “Noche Septembrina”. El decreto firmado por el Presidente el 27 de agosto por medio del cual instauraba su dictadura con el objeto de recomponer la actividad política del país después del fracaso de la Convención de Ocaña parece que fue la gota que rebosó la copa del descontento entre los seguidores del general Santander, que aspiraban proclamarlo Presidente constitucional después de la muerte de El Libertador Bolívar. Participaron en este atentado aleve personas como Ramón Nonato Guerra, Juan Nepomuceno Vargas, Pedro Carujo, Juan Francisco Arganil, Ezequiel Rojas, Mariano Ospina y Florentino González. El sacrificio de algunos de sus guardias y la pericia femenina de Manuelita Sáenz en este trance tan difícil salvaron milagrosamente al presidente Bolívar y de paso libraron a Colombia de un precedente infame a los ojos de la historia y de la sociedad. Las consecuencias de este atentado fallido no se hicieron esperar, porque dejaron espiritualmente herido de muerte a El Libertador y llevaron al patíbulo a un buen número de compatriotas y al destierro al general Santander. La descomposición política de la Gran Colombia determinó después de la muerte de Bolívar en Santa Marta el 17 de diciembre de 1830 su disolución definitiva y la creación de cinco repúblicas independientes, bajo el mando de sus respectivos líderes. A los ojos de todas las naciones civilizadas del mundo, odiosas son las dictaduras, pero más perjudiciales son los magnicidios, porque generalmente terminan matando de desdicha los pueblos. El atentado al presidente Rafael Reyes, en 1909, sin duda fue otro magnicio fallido que oscurece nuestra historia, que lo único bueno que dejó fue la eliminación definitiva de la pena de muerte de nuestro Código Penal después de la ejecución de sus autores. Por fortuna estos temas hace rato salieron de la agenda del grueso de la población colombiana y con el paso de los años se fortalecen más los recursos democráticos y las normas constitucionales para el relevo de los presidentes y los agentes del poder en todos los órdenes. Pasar estas páginas oscuras de nuestra historia patria es deber de las nuevas generaciones, si queremos continuar siendo el ejemplo democrático y constitucional del continente.