Respuestas
Respuesta:
El origen del mal es ciertamente un problema serio para la razón humana.
Es una de las preguntas clave que se hace todo ser humano: ¿Por qué existe el
mal? ¿Por qué el sufrimiento y el dolor? ¿Por qué, si Dios es bueno, permite
el mal? Es la cuestión que en realidad se encuentra en la base de todo el pen-
samiento de Buda (de aquí parten las “cuatro nobles verdades”) y es lo que
muchos hombres plantean a los sacerdotes, especialmente cuando acaban de
ser golpeados en su vida personal por algún acontecimiento duro.
San Agustín quiso dar respuesta a todos estos interrogantes en su tiem-
po, de un modo especial frente al maniqueísmo, el cual bebe del dualismo
zoroástrico-mazdeísta persa, que considera la existencia de dos principios
divinos: Ahura-Mazda u Ormuz, Principio del Bien, y Ahrimán, Principio
del Mal. A partir de aquí, el dualismo mazdeísta viene a ofrecer una visión
de la historia humana, ya que contrapone los pueblos del bien, de agricul-
tores sedentarios y ganaderos civilizados, y los pueblos del mal, de nómadas
ladrones y saqueadores.
El dualismo, evidentemente, supone una explicación fácil para la grave
cuestión del origen del mal. Sin embargo, a San Agustín, en su proceso de
discernimiento de la Verdad, no le satisfizo, comprendió sus limitaciones y
encontró en el platonismo una respuesta bastante más convincente, ya que
éste entiende que el mal en sí mismo no tiene ser y no es por tanto más que
una privación del bien. Luego, con su conversión al cristianismo, el santo
de Tagaste llegaría a hacer una exposición mucho más completa del asunto,
gracias en buena medida a la clarificación de muchos puntos a partir de la
lectura de la Biblia. Para comprender adecuadamente qué es el mal, habrá
que entender previamente qué es el bien y su identificación con el ser.
Espíritu LXI (2012) ∙ nº 144 ∙ 225-246
Respuesta:
San Agustín afirma la bondad natural de la voluntad racional creada precisamente por dios, y sitúa en ella el origen del mal moral, en tanto que de ella depende la libre elección de hacer el bien o el mal.
Explicación:
espero te sirva.