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ortizcanizamaura:
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La revolución industrial y los grandes cambios tecnológicos han facilitado a la humanidad una serie de comodidades que parecen hoy tan normales que son irrenunciables (electrónicos, aviones, etc.). Pero la fabricación de objetos supone también ataques claros al medio físico que están planteando ya hoy graves problemas e interrogantes.
El uso indiscriminado de automóviles y la combustión en las fábricas arroja a la atmósfera una gran cantidad de dióxido de carbono, que junto a la deforestación (incendios de las masas boscosas o tala de estas) y erosión de los suelos, al fallar la cobertura vegetal, produce el tan conocido “efecto invernadero”, que consiste en un aumento paulatino de las temperaturas y cambios notables en las lluvias de cada tipo climático.
Las repercusiones de este fenómeno preocupan a largo plazo, pero ya hoy nos afectan indirectamente (inundaciones inesperadas, desertización...).
Otro problema grave es el de la disminución de la capa de ozono por la acción del ser humano. Como este gas protege de las radiaciones ultravioletas y calienta la estratosfera, hoy se están produciendo ya numerosos cambios climáticos al destruir su acción por la utilización de fertilizantes nitrogenados, por los residuos que dejan en la atmósfera los vuelos aéreos y por el uso de clorofluorocarburos en aerosoles, refrigeradores, etc.
La tercera opcion
La solución a estos problemas, que no solo afectan al ser humano, sino a todos los seres vivos del planeta Tierra, tiene que provocar la concienciación y solidaridad internacionales. No se trata de renunciar a nuestras comodidades, pero sí de controlarlas para no crear dificultades insolubles a corto y medio plazo.
Parece ser la cuarta
ok
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