Respuestas
Respuesta:Las transformaciones económicas y los cambios sociales que se produjeron a lo largo del siglo XX tuvieron también su correlato en la vida cotidiana, la cultura y las mentalidades de los españoles de este periodo.
Las innovaciones técnicas y la introducción de servicios públicos produjo cambios muy significativos en la vida cotidiana; la desamortización generó en las ciudades un proceso de especulación inmobiliaria que llevó a la construcción de edificios de varias alturas, con una clara estratificación social en altura; la configuración urbana sufrió importantes cambios con la aparición de los ensanches (Plan Cerdá en Barcelona y Plan Castro en Madrid), barrios destinados a la nueva clase dirigente; la introducción de servicios de saneamiento, agua potable, alumbrado público se fue generalizando en muchas ciudades españolas. Los transportes supusieron un elemento de cambio muy importante, al favorecer la movilidad de la población.
Todas estas transformaciones no impusieron, sin embargo, un cambio profundo en las mentalidades, la gran mayoría del país seguía viviendo en el ámbito rural, manteniendo costumbres casi ancestrales, con altísimos niveles de analfabetismo, alejados de la realidad política del país. La mentalidad católica impregnaba, además, las prácticas sociales.
A pesar de todo, la revolución liberal transformó en parte la vida intelectual y cultural del país, los cambios legislativos se tradujeron en el desarrollo de cierta libertad intelectual, sobre todo en la década de los 30. La consolidación del liberalismo doctrinario a partir de 1845 con el moderantismo propició la reinstauración de la censura de prensa y devolvió el protagonismo a la Iglesia como agente de control de la cultura.
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