2.Cómo podemos identificar la opción sabia que
Dios quiere que tomemos cuando enfrentamos
decisiones dificiles?
Respuestas
Explicación: pidiéndole sabiduría al espíritu santo
eis pasos para elegir bien
10, 11. a) ¿Qué nos ayudará a no tomarnos libertades indebidas en el hogar? b) ¿Qué deben recordar los ancianos al tomar decisiones que afectan a la congregación?
10 No tomarse libertades indebidas. Lo primero que debemos hacer es preguntarnos: “¿Realmente me corresponde a mí tomar esta decisión?”. El rey Salomón escribió: “¿Ha venido la presunción? Entonces vendrá la deshonra; pero la sabiduría está con los modestos” (Pro. 11:2).
11 Por ejemplo, los padres pueden darle a su hijo la libertad de tomar ciertas decisiones. Pero eso no le da el derecho a pensar que es libre de hacer lo que quiera (Col. 3:20). De igual modo, aunque la madre disfruta de cierto grado de autoridad, no debe olvidar que la dirección de la familia recae en su esposo (Pro. 1:8; 31:10-18; Efe. 5:23). Y este, a su vez, ha de recordar que su autoridad es limitada, pues debe sujetarse a Cristo (1 Cor. 11:3). En la congregación, los ancianos toman decisiones que afectan a los hermanos. Por eso deben asegurarse de no ir “más allá de las cosas que están escritas” en la Biblia (1 Cor. 4:6). Además, han de esforzarse por seguir siempre las instrucciones del esclavo fiel (Mat. 24:45-47). Si queremos ahorrarnos angustias y sufrimientos a nosotros mismos y a quienes nos rodean, seamos modestos y aprendamos a tomar decisiones solo cuando nos corresponda.
12. a) ¿Por qué es necesario investigar primero? b) ¿Qué debe incluir la investigación?
12 Informarse bien. Salomón escribió: “Los planes del diligente propenden de seguro a ventaja, pero todo el que es apresurado se encamina de seguro a la carencia” (Pro. 21:5). Veamos un ejemplo. ¿Ha recibido usted alguna propuesta de negocios? No se deje dominar por las emociones. Reúna toda la información necesaria, pida consejo a quienes conozcan bien el tema y analice los principios bíblicos aplicables a la situación (Pro. 20:18). Luego elabore una lista con los pros y los contras. Recuerde que el cristiano prudente siempre “calcula los gastos” antes de decidir (Luc. 14:28). Piense en el impacto que tendrá su elección no solo en sus finanzas, sino también en su salud espiritual. Toda esta investigación requiere tiempo y esfuerzo, pero impedirá que nos precipitemos y nos ahorrará muchos dolores de cabeza.
Explicación:
no me da para poner los demas