Respuestas
Respuesta:
La democracia no es la única forma de gobernar los asuntos públicos. Compite con otras formas, de nombres antiguos también pero con carga negativa, tales […]
La democracia no es la única forma de gobernar los asuntos públicos. Compite con otras formas, de nombres antiguos también pero con carga negativa, tales como la tiranía o la sofocracia; maneras de nombres impronunciables en el discurso político, pero cuyas costumbres y elementos suelen aparecer bajo nuevos mantos, como por ejemplo gobierno fuerte o tecnocracia.
Siendo esto así, ¿qué prendas presume la democracia para pretender afirmar su superioridad frente a otras formas de gobernarnos?, no cuenta con la unanimidad del tirano, ni con la sapiencia de filósofo-rey; no puede vanagloriar en su beneficio los blasones de la tradición y de los nombres bien establecidos; por tanto, ¿qué ofrece la humilde democracia?
Sus virtudes o ventajas son bien pocas en número, sólo tres; pero tal es la entidad de cada una, que justifican a mi parecer, la democracia como la mejor forma de gobernarnos. Son las siguientes:
Máxima autonomía: la democracia exige derechos para los ciudadanos, y ayuda a sostenerlos. Derechos que igualan a todos en tanto no dependen de características personales; y que a su vez permiten el ejercicio de la libertad y autodeterminación de cada uno. Democracia sin derecho a decidir, ya sea en disenso o consenso, no lo es más que de nombre.
Máxima satisfacción de expectativas: el mecanismo de la mayoría que no oprime a la minoría, permite que los intereses libre y públicamente expresados, encuentren el apoyo ejercicio del poder.
Minimización de los enfrentamientos: democracia es excluir la confrontación violenta, en tanto consiste en un espacio de diálogo en el que todos se expresan y se decide; además, cuentan los perdedores momentáneos con que, en una nueva justa (otra elección, consulta popular, etc.) puedan ahora sí convencer a una mayoría de ciudadanos que los haga ganar.
Explicación:
listo
Respuesta:
la repuesta fue muy grande