• Asignatura: Castellano
  • Autor: sofiamartinezuc
  • hace 5 años

que se entiende de la historia de la felicidad

Respuestas

Respuesta dada por: SansOT
2

Respuesta:

De las cosas buenas que has pasado en la historia que paso de año en año


sofiamartinezuc: muchas gracias me sirvio
Respuesta dada por: yesibelcaicedo
1

Respuesta:

Para una joven de hoy - en una sociedad industrializadacon todas sus necesidades cubiertas— es posible que tres kilos menos representen la felicidad. Para una del siglo XVII - en una sociedad acostumbrada a la penuria— tres kilos menos podían ser la desgracia. El sentimiento es unánime: todos, de una manera o de otra, pretendemos, aspiramos, deseamos ser felices. Pero la felicidad es un concepto relativo, porque no encontraremos dos personas que sean dichosas exactamente de la misma manera. Sin embargo, si hiciéramos la comparación entre nosotros y nuestros abuelos o nuestros ancestros medievales, la diferencia se convertiría en abismo: a lo largo de la historia la felicidad no ha significado nunca lo mismo, ni nunca ha sido, como ahora, una prioridad.

Desde que el ser humano pisa la faz de la Tierra ha tratado de algún modo u otro de encontrar la dicha. Y de eso hace ya 400.000 años. Dicen los científicos que si no, no hubiéramos podido sobrevivir. Que si la mayoría de los individuos de la especie no se hubieran sentido satisfechos o no hubieran tratado de conseguirlo, se habrían autodestruido, habrían perdido interés por la procreación y, probablemente, se habrían extinguido. Tratar de ser feliz es un mecanismo evolutivo impreso en nuestros genes.

Y, sin embargo, "el concepto es tan indetermina-do que aunque todo el mundo desee conseguirla, nadie puede decir de forma definitiva y firme qué es lo que realmente desea y persigue", advirtió ya en el siglo XVIII el filósofo alemán Immanuel Kant. No sólo nos resulta complicado definir qué es la felicidad, sino también qué nos hace felices. Hagan la prueba, realicen una pequeña encuesta a su alrededor y pregunten a quienes les rodean qué les hace felices; con toda seguridad, obtendrán tantas respuestas distintas como personas encuestadas.

Y si esa diferencia es tan importante entre una persona y otra, cuando la comparación es entre periodos históricos distintos la distancia es, sencillamente, sideral. Pongamos por caso a un hidalgo en la España del siglo de oro. Su felicidad "radicaba en su honor, aunque no tuviera qué comer - explica la historiadora y escritora María Pilar Queralt del Hierro, autora deMujeresde vida apasionada (La Esfera de los Libros, 2010)-. En cambio, hoy en día preferimos comer aunque para ello haya que robar, o estafar, o malversar fondos públicos. Para Don Quijote la felicidad consistía en deshacer entuertos, mientras que Tales de Mileto consideraba que sólo se podía ser feliz con un cuerpo y un alma sanos, y fortuna".

Aunque solemos dar por sentado que tenemos derecho a ser felices, se trata de una idea bastante reciente, como explica el historiador Darrin Mc-Mahon en Una historia de la felicidad (Taurus,2005). Es más, esa idea procede de la Ilustración, en el siglo XVIII. Sin embargo, del concepto de felicidad se empezó a hablar mucho mucho antes. La mención más antigua que se conserva es del siglo VIII a. C., y, como ocurrió durante toda la antigüedad, estaba ligada a la tragedia. De llegar, era algo que simplemente sucedía, no se podía hacer nada por conseguirla, de manera que la gente, impotente, esperaba resignada.

De hecho, esa relación entre la dicha y la fortuna marcó el nacimiento de vocablos en la mayoría de las lenguas indoeuropeas para designar este concepto. Happiness proviene del inglés medio happ que significa ocasión, fortuna. El término francés, bonheur,procede de bon (bueno) y heur (suerte o fortuna). En italiano, español, portugués y catalán, felicità,felicidad, felicidade y felicitat derivan del término en latín felix,que a veces significa suerte y, otras, destino. Y, curiosamente, aunque es en los albores de la humanidad cuando se empieza a relacionar la felicidad con el azar, la mayoría de la palabras que surgen para denominar este concepto no aparecen hasta mucho después, hasta la edad media, una época en que la gente era de todo menos feliz en este planeta.

Y es entonces cuando surge la idea moderna de felicidad como derecho del individuo. En la Ilustración filósofos como Voltaire y Rousseau afirman que felicidad no es un capricho del destino, ni tampoco un don divino que uno recibe como premio a un buena conducta en vida, sino algo que todos deberíamos alcanzar en la Tierra, aquí y ahora. "El ser humano tiene derecho a ser feliz y es misión del gobernante conseguirlo", puntualiza Queralt. La importancia que se le da a este concepto es tanta que dos textos fundamentales en la política de la época - y también en la actualidad- como son la Declaración de Independencia de Estados Unidos (1776) y la Declaración de los Derechos del Hombre (Francia, 1789) establecen el derecho a "la felicidad de todos". "Los seres humanos iniciaban una grandiosa búsqueda que todavía continúa", señala McMahon.

Explicación:

me das corona


sofiamartinezuc: gracias me sirve
yesibelcaicedo: de nd siempre a la orden
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