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Estas pequeñas estrofas de la literatura medieval, denominadas "jarchas", son obras que datan de fechas muy lejanas a la actualidad, ya que tienen fecha entre los siglos XI y XII.
Por lo tanto, nos vamos a la Edad Media, lo que lleva a los comienzos de la literatura medieval española. Estas jarchas, eran el núcleo de la literatura que se daba en las zonas arábigas-andaluzas.
El tema principal sobre el que trataban estas composiciones, fundamentalmente era el amor, aunque era muy complejo, ya que este podía contenerse en sí de varias formas, como el dolor por el amor, el amor idealizado, el desengaño amoroso, la desesperación amorosa, etc. Así se puede identificar fácilmente en estos pequeños poemas, donde en cada uno de ellos el amor se manifiesta de diferentes formas.
Las jarchas, eran poemas que eran recitados oralmente en plazas, iglesias, etc... y cuyos autores se las aprendían de memoria. Pese a su antigüedad, son textos con una buena calidad artísticas y fáciles de comprender, además que su contenido resulta muy divertido e interesante para sus lectores. Motivo de ello, quizás sean sus principales características que le hacen destacar, como la brevedad y la sencillez en la que están compuestas, puesto que sólo una de estas composiciones superan los cinco versos. Otra rasgo identificativo de estos poemas es la anonimia de sus autores, al que no conocemos en los textos, por ejemplo.
Resulta extraño, dada en la época en la que están escritos, ya analizando el contenido en sí, el papel tan protagonista que tiene la mujer en estos casos, y es que, por aquella época, tanto en la literatura como en el aspecto social, la mujer ni estaba tan valorada ni la condición de igualdad entre mujeres y hombres era como lo es actualmente. Y es que, en todas estas composiciones, la mujer es la principal protagonista de la historia que transcurre. Incluso, en el texto nº 3, la madre de la mujer, tiene un papel de consejera y la mujer busca respuestas en ella. Llama mucho la atención, y es que, normalmente, en estos textos el hombre era siempre el que estaba enamorado y manifestaba públicamente que era capaz de hacer cualquier locura por su amada. Así lo podemos apreciar, pero esta vez al contrario, en el texto nº 8, donde la mujer, por el señor Ibrahim, es capaz de hacer cualquier cosa y de ir a buscarlo.
El confidente también tiene un papel importante, y está presente en varias de las jarchas. Era variado, podía ser desde la madre, como en el texto nº3, tanto el amigo (que era el amante), donde se puede ver en los textos nº 4 y 6, o Dios, como en el texto nº 5.
Estos poemas tenían una estructura y una métrica muy irregular, y el número de versos con rima asonante variaba mucho. Para intensificar fuertemente el sentimiento amoroso, usaban algunos métodos, como exclamaciones e interrogaciones, además de otros recursos literarios variados, como hipérboles, interrogaciones retóricas... También se empleaban otras distintas figuras literarias, caso del hipérbaton, la elipsis, la personificación o el apóstrofe.
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