• Asignatura: Castellano
  • Autor: montagurodriguezheib
  • hace 5 años

un poema alusivo a la obra literaria María de Jorge isaac​


anasofiarinconbuitra: PUEDE SER LARGO?
montagurodriguezheib: corto

Respuestas

Respuesta dada por: anasofiarinconbuitra
10

Respuesta:Bajo la enredadera te vi,

semioculta tu mirada,

con tu tristeza callada

de niñez enamorada.

Y mi corazón partía

y mi alma se quedaba

con una angustia tan mía

del silencio desgarrada…

¡Y un ave negra el graznido!

¿que maldición nos legara?.

 

Al regresar a la casa

fue el encuentro y la nostalgia,

de tu mirada de niña

de nuestra infancia añorada.

Ora el rubor incipiente

coloreando tus mejillas

y tú tímida sonrisa,

con la mía en hurtadillas.

 

Fue el primer sueño en la casa

soñarte como a escondidas…

en tu falda de muselina

de florecillas azules;

y fue despertar del sueño

con la voz de tus candores…

después del roce soñado

descubriendo tus rubores.

 

Que ya no eras la niña

de aquellos juegos de antaño,

ya tu voz tenía el canto

modulado a las ternuras.

María del dulce acento,

María de mis sonrisas,

Ay María, mi María,

aliento de mis premuras.

 

“Las hijas núbiles de los patriarcas

no fueron más hermosas”

Al recordarte, Ay María

recogiendo aquellas rosas,

que fueran a refrescarme

en el estanque aquel día

perfumado con tus flores

Ay María, mi María…

María de mis amores

 

Mas no tardaba en llegar

la sombra de mi desdicha,

que otro viaje se cernía…

opacándonos la dicha.

Allí quedó tu mirada

con angustia inusitada

y aquel clavel en tu trenza

que en mi ausencia marchitara.

 

Ni la Cruz de Coral cernida,

y atada con tu cabellos,

pudo disipar mi desdicha,

ni tu angustia y desconsuelo…

como presintiendo el viaje

a separarnos de nuevo…

Y fui a mi cuarto y lloré,

abrazado de tus rosas…

 

Cada pétalo de ti

impregnados de tu aroma,

nuestro amor casi inconciente…

primer amor de la vida,

lágrimas de una existencia,

amor único en su esencia,

puro amor que nos arroba

en la plena adolescencia.

 

“¡María, cuanto te amé,

María, cuanto te amara.!”

 

De nuestras manos el goce,

nuestras primeras caricias

nacidas  de la mirada

promesas de albas delicias;

y en olvido el desamor

de aquellos celos quedaron,

y fue saber que me amabas

al rozarse nuestras manos.

Amor que fuiste promesa,

en la espera de los días,

desde aquel vestido blanco

el día de mi partida.

Desmayada en tu dolor,

desgarrada por la vida,

ya no volverían mis ojos

a la luz de tus pupilas.

¡por que te llevó la muerte

anunciada de aquel día!...

en que graznara aquel ave,

como noche ennegrecida.

 

Hoy abrazado a tus trenzas,

y embargado de tu aroma,

al tornarse mi existencia

mustio silencio en tu alcoba…

me habrán de llevar los vientos

angustiado a tu sepulcro,

y allí en la cruz de hierro

que custodiaba tu tumba

otra vez el ave negra

graznará en la penumbra…

 

Y así me aleje al galope

por la pampa solitaria,

ennegrecida la noche

y desahuciada mi alma.

 

“¡María, cuanto te amé,

María, cuanto te amara.!”

Explicación:  

Preguntas similares