por que el Manual de convivencia se convierte en
el marco de referencias para la comunidad
Educativa ​


brauliogabriel: hola
pabuenaesmerahi03: hola
brauliogabriel: cómo les van
pabuenaesmerahi03: Bien y a ti
brauliogabriel: mal
brauliogabriel: te puedo decir algo

Respuestas

Respuesta dada por: samuelol1000
1

Respuesta:

Luego de haber hecho un recorrido amplio y concienzudo por varias de las normas que determinan los aspectos que se deben incluir en el Manual de Convivencia, así como de hacer múltiples sugerencias sobre aspectos puntuales que así lo ameritan, se hace ahora una serie de recomendaciones, también puntuales, que orienten el proceso de actualización del Manual desde las exigencias y recomendaciones de la Ley 1620 y del Decreto 1965.

— La reforma del Manual de Convivencia se puede hacer con la metodología propuesta en este mismo documento, donde se traza brevemente una ruta para que se logre la participación de los diferentes estamentos en dicha reforma.  

+Conozca el libro Cómo implementar el Manual de Convivencia en los colegios

— Lo que pide la normatividad legal vigente es que efectivamente en el Manual se incluya lo concerniente a las políticas y criterios institucionales para la prevención de toda forma de violencia en la institución educativa, incluyendo la que puedan ejercer los estudiantes para con los profesores, y los profesores, los directivos y el personal administrativo para con los estudiantes, entre otros. De igual manera, la violencia que ejercen los estudiantes contra otros estudiantes, así como los comportamientos discriminatorios.

— Es recomendable incluir en el Manual de Convivencia criterios y políticas que sean disuasivas y que busquen fundamentalmente preservar la integridad y los derechos humanos de todos los integrantes de la comunidad educativa, siempre en positivo, más en la perspectiva de prevenir que de sancionar.

— En el Manual de Convivencia también se debe incluir el procedimiento sancionatorio cuando ocurra algún tipo de violencia de los mencionados anteriormente o de los contemplados en el Decreto como Tipo II o Tipo III, sobre todo cuando la estrategia disuasiva no funcione. Este procedimiento sancionatorio se debe acoger a los principios constitucionales y a los que previamente se han definido en el Manual, tales como el conducto regular, el debido proceso, el nivel de gravedad de la falta, la reiteración de la misma, entre otros aspectos.

— Además es recomendable que el Manual de Convivencia incluya una política institucional acerca del bullying, de tal manera que todos los integrantes de la comunidad educativa la tengan clara, la conozcan y la cumplan, pues una vez que ella se ponga en práctica la tolerancia frente a los casos de maltrato, intimidación, violencia, agresión, debe ser cero.

— Se recomienda que se haga una amplia difusión de lo consignado en el Manual entre todos los miembros de la comunidad educativa, e incluso, que se dé un período de conocimiento de la misma, de tal manera que cuando esta se ponga en práctica ya sea ampliamente conocida por todos los integrantes de la comunidad educativa, desde los padres de familia hasta los estudiantes.

Como se puede ver en las anteriores recomendaciones, lo que pide la norma se puede llevar a la práctica si se siguen las distintas orientaciones, recomendaciones y procedimientos que se dan en este libro sobre los manuales de convivencia. La idea es poder hacer estos procedimientos siempre en una perspectiva propositiva y formativa, más que en la sancionatoria.

En el Anexo 8 se incluye un cuadro resumen de las normas que se encuentran vigentes y que se deben tener en cuenta para reformar los manuales de convivencia. De igual manera, en el Anexo 9 se incluye una política que se sugiere para reglamentar las interacciones entre los estudiantes y el personal de la institución (directivos, profesores, personal administrativo y de apoyo, etcétera).

+Conozca el libro Sistema nacional de convivencia escolar. Una guía para actualizar el manual de convivencia (Ley 1620 del 2013)

Una posible metodología

• Habitualmente los manuales de convivencia suelen ser producto ya sea de la suma de muchas partes que las distintas instancias de la institución elabora, o producto del trabajo de un “experto”, que al margen de la realidad concreta de la institución “construye” un texto “ideal” para el Manual por encargo de la institución educativa. Estas dos formas de proceder no están ajustadas a lo pedido por la normatividad legal, la cual recomienda que la construcción del Manual sea participativa, fruto del acuerdo y los aportes de los distintos estamentos y, en el mejor de los casos, fruto del consenso, o al menos del acuerdo. En muchas de las normas legales producidas se afirma que los estudiantes deben desempeñar un papel preponderante en este proceso de construcción colectiva, puesto que mucho de lo que se consigna en el Manual atañe directamente a ellos. Esta manera de concebir la construcción del Manual tiene un sentido pedagógico bien significativo, en tanto que es una de las estrategias más importantes para formarlos en ciudadanía y hacer de ellos sujetos que participan políticamente.


pabuenaesmerahi03: gracias... pero la necesito más corta y más concreta
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