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Respuesta:
Dado que el mundo estaba sumido en la imperfección y destinado a destrucción Dios mando a su hijo unigénito para que la gente ejerza fe en el , y no sea destruida mas bien que tenga vida eterna , ademas recordemos que adán como humano imperfecto peco contra Dios , asi que Dios tenia que utilizar a otro hombre perfecto para reparar ese Daño
Respuesta:
No lo necesitaba, no era necesario, pero aun así Jesús, siendo Dios (como lo expresé en mi artículo anterior), quiso nacer en una familia humana.
Hoy estamos, justamente, ante el aniversario 2016 de aquella tierna y dulce noche de Navidad, en la que se nos presenta Jesús como un niño indefenso, que nace en un establo sencillo, que descansa por primera vez en un pesebre y que es envuelto en pañales. Demostrando así que lo importante para Él no fue la comodidad de su llegada, sino más bien la amorosa acogida de sus padres que “le hizo sentir la ternura y la belleza del ser amado”.
Y María por su parte aprende de Él la misericordia y la ternura que el Padre nos tiene, al ver a un niño indefenso que busca su amor y protección, pero que es a la vez su Dios. ¡Qué fuerte! ¡Jesús es el Amor hecho carne!
¡En la sencillez de un establo, pero en la “grandiosidad de una familia” quiso ser recibido Dios en este mundo!
Vemos cómo los pastores, luego del estruendoso anuncio del Ángel, encontraron una escena muy familiar: padre, madre e hijo recién nacido. Y lo mismo los reyes magos, luego de seguir varios días un astro luminoso y resplandeciente, se encontraron ante un cuadro tan sencillo: ¡una familia!
Así se nos presenta Jesús: “en medio de una familia” pero no solo para nacer entre dos personas amorosas y humildes, sino más bien para convivir con ellos, crecer junto a ellos y compartir toda una vida con ellos.
Y es que, tanto en Belén como en Nazaret, la vida de Jesús, María y José fue una vida sencilla, como la de todas las familias de aquella época.
Dios Padre no quiso que fuera distinto, porque buscaba, precisamente, que tomáramos ese ejemplo de amor, de unidad, de sencillez, de trabajo honrado, de servicio a los demás y de confianza en Él.
Y así todo el poblado en Nazaret notaba con mucha sencillez la hermosa familia que conformaban los tres, pero nadie imaginaba el gran secreto de María y José, nadie tenía idea quién era Jesús, nadie sospechaba que el Hijo de Dios estaba en medio de ellos.
¡Qué enseñanza nos da Jesús!... habiendo podido reinar desde el palacio más suntuoso de Jerusalén, obedecido por todos, quiso esconderse del mundo para vivir como uno de nosotros, para vivir en obediencia al Padre a través de la fidelidad a María, dedicándose al trabajo del día a día en el taller de José.
¡Treinta años de vida familiar... Tres de vida pública!
Enseñanza subliminal que Dios quiso darle al mundo.
Qué fuerte profundizar en todo esto y tomar conciencia que “la salvación del mundo vino a través del corazón de la Sagrada Familia”.