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en la forma de sus historias sus disciplinas y su inserción institucional
Respuesta:ernando Fuentes Alcántara, Profesor del Master de Doctrina Social de la Iglesia):- La Iglesia nunca ha renunciado a decir la palabra que le corresponde acerca de las cuestiones de la vida social. Es una voz dirigida a las comunidades cristianas y especialmente a los laicos y laicas, llamados como recuerda el Concilio Vaticano II a ocuparse de las realidades temporales según Dios (cf. Lumen Gentium, 31).
Conocer a fondo y saber cómo actuar y comprometerse en la vida pública es una tarea tanto imprescindible como compleja. La doctrina social de la Iglesia nos permite juzgar los cambios de nuestra sociedad a la luz de la fe y de la sensibilidad cristiana en temas tan complejos como la militancia política, el servicio al bien común, las participación en la sociedad y en la cultura, el compromiso en el mundo del trabajo y de la empresa, la acción contra la pobreza y la marginación…
Así es como el pueblo cristiano encuentra ayuda para discernir valores auténticamente cristianos en medio de una sociedad abierta y plural. Saber guiarse en medio de ese «mar» de opciones y compromisos es un aporte que podemos y debemos recibir de la Doctrina social de la Iglesia. Así lo recordaba Juan Pablo II a la hora de definir la misión de la Iglesia y de las comunidades en su tarea evangelizadora:»El cometido fundamental de la Iglesia en todas las épocas y particularmente en la nuestra – como recordaba en mi primera encíclica programática – es «dirigir la mirada del hombre, orientar la conciencia y la experiencia de toda la humanidad hacia el misterio de Cristo» (Redemptoris missio nº4).
Pero el reto más de fondo que busca la Doctrina social de la Iglesia en la actualidad es de carácter antropológico, rehacer la métafisica del «humanum», lo cual supone llevar ese descubrimiento a las relaciones humanas, a «la relación con el otro», en medio de una cultura individualista, desorbitadamente neoliberal y poco comprometida. El «ocuparse del otro» desde este horizonte es una tarea de profundo calado cristiano, no sólo social.
Otro de los ámbitos imprescindibles para asumir la doctrina social de la Iglesia es en vistas a vivir una educación en la verdad y en la caridad. Como bien dice Benedicto XVI tenemos que enfrentarnos en las cuestiones sociales a la siguiente pregunta: ¿qué significa « ser más »? Para ello la doctrina social nos dice que la verdad del desarrollo consiste en su totalidad: si no es de todo el hombre y de todos los hombres, no es el verdadero desarrollo, reto fundamental ante una sociedad cada vez más globalizada que nos hace más cercanos, pero no más hermanos ( miremos la realidad del Cuerno de África, de Haití..).
La doctrina social de la Iglesia es relevante para implantar la lógica del don en las relaciones económicas y sociales A la lógica del mercado, a la lógica del Estado, a la lógica de la propaganda y de la manipulación, hay que añadir -propone Benedicto XVI- otro modo decisivo de razonar y comportarse: la lógica del don. Y en la medida en que no lo hagamos así, nuestro mundo no se va a recuperar del todo mientras no cambiemos nuestro modo de pensar y nuestro estilo de vida, es decir, mientras no pasemos del esquema del egocentrismo a un planteamiento decididamente ético, hecho de generosidad.
Formar la conciencia social, para los cristianos y para la sociedad en general, es imprescindible para comprometerse especialmente con las personas empobrecidas, con los que no cuentan, los «descartados de la sociedad», desempleados, emigrantes……Mediante opciones concretas de solidaridad, a partir de una valoración negativa del enriquecimiento a costa de los pobres, renunciando explícitamente al camino del confort y del consumismo en favor de decisiones que provoquen la fraternidad.
El crecimiento en la fraternidad entre los miembros de una sociedad es así un aspecto esencial del desarrollo integral de la misma. Es fácil ver que, en cambio, tal crecimiento se ve dificultado cuando se quiere calibrar solo en términos materiales, ya sea del aumento del solo consumo, como dentro de estrategias de poder y enfrentamiento entre intereses contrapuestos.
La ayuda de la Doctrina Social de la Iglesia en la formación y animación de la conciencia social, es uno de los objetivos que tiene el Master de Doctrina social de la Iglesia como instrumento de formación.
El cristiano encuentra en la Doctrina social de la Iglesia principios de reflexión, criterios de juicio y directrices de acción que son la base para un humanismo integral y solidario. El Compendio de Doctrina social de la Iglesia (nº, 73) cita tres niveles y aportaciones de las Doctrina social de la Iglesia:
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