• Asignatura: Historia
  • Autor: leandrocaicherosales
  • hace 5 años

por que mi profe me dice que cual es la mejor manera de terner relaciones sexuales


leandrocaicherosales: ._.
JulianaGarc: Porque así es la vida
leandrocaicherosales: :(

Respuestas

Respuesta dada por: Anónimo
0

Respuesta:

1.

El reglamento de la universidad es claro: no se permiten relaciones sexo/sentimentales entre alumnas y alumnos y profesores o profesoras mientras las primeras (el uso del femenino no es casual) cursen activamente las materias dictadas por los segundos. Es lo que lógicamente puede regularse desde la norma y la prohibición, que finalmente no tiene ninguna relevancia a la hora de tejer relaciones humanas o resolver problemáticas sociales. Las relaciones entre profesores y alumnas mayores de edad, en un contexto como el universitario, son legales, legítimas, no son un delito ni deberían serlo, sin embargo, la pregunta es otra: ¿son éticas? ¿son justas? En esa relación desequilibrada de poder ¿son consentidas? ¿Hay una responsabilidad del cuidado?

2.

Tengo 18 años recién cumplidos. Me siento de muchos más, aunque parezco de 20. La diferencia es irrelevante, porque desde que tengo cédula la adultez da toda igual. Estudio en una universidad privada, privadísima, exclusivamente diseñada para que se eduquen ahí las élites de un ya muy elitista país. En mi universidad hay un profesor: es lindo, rebelde, cool, canchero, fotógrafo y sensible. Además, posa de crítico de la ridícula opulencia y ostentación de la Universidad en la que él trabaja y yo estudio: no es una crítica contundente, que lo exponga, ni lo arriesgue, siquiera una crítica constructiva políticamente, pero sí que le sirve para construirse de un personaje interesante e inteligente: un hombre diferente. Muchas chicas de la universidad gustan de él y su estilo desparpajado. Tiene 38 años y una barba pareja, con algunas canas. Usa tenis y jeans sin preocuparse demasiado por nada. Las chicas le coquetean un montón, él siempre coquetea de vuelta. Se rumorea que tiene una novia, o una ex novia, o varias ex novias, quienes también desfilan como alumnas por la universidad. Se rumorean muchas cosas.

3.

La post-adolesencia y primera adultez de las mujeres (y de las personas) se caracteriza por una enorme fragilidad y necesidad de aprobación y atención. Por supuesto, que en la vida de las mujeres ese sentimiento de afirmación e importancia está dictado por la atención de los hombres. A las mujeres se nos enseña desde muy chiquitas que, mal que bien, nuestro destino debe ser gustarle a los tipos y que nos quieran y nos cuiden. En mi generación el discurso era más que los hombres nos consideraran inteligentes y valiosas, pero que toda nuestra existencia fuera validada por ser elegibles para algún varón. Fuimos socializadas para priorizar y necesitar la atención de los hombres y para competir con otras mujeres con ese fin. Yo estuve profundamente convencida de que yo era más inteligente que las demás porque él se había fijado en mí

4.

El profesor me coquetea igual que le coquetea a todas, pero dice que soy muy inteligente, que soy especial. Me siento especial. Apenas termina el semestre, casi como si lo tuviera cronometrado y sin ninguna improvisación sobre la legalidad de sus deseos, me invita a salir. A mí, no a las demás. Siento como si hubiera ganado una especie de carrera y también tengo la certeza de que hay en ese “triunfo” un mérito personal. Tomamos café, charlamos, me manda mensajes tratándome de usted: porque eso hacían los hombres cool en Bogotá y al cabo de unos encuentros nos damos besos. Al cabo de otro par de encuentros empezamos a coger. Él tiene una novia (otra alumna de la universidad, apenas un par de años mayor que yo) pero accedo al trato de oficiar como una especie de amante/amiga/pareja ocasional -claramente desfavorecedor-, porque no conozco de muchas más relaciones, ni modelos de relación, ni tengo tiempo para fundar mi propio paradigma, o entender que un trato unilateral es más una imposición que una negociación y porque no quiero parecer una niña remilgada. Quiero que el profesor me quiera y me desee y siga convencido de que parezco una persona mayor, libre de los prejuicios de la conservadora sociedad Bogotana, de ser tan “diferente” a todas las demás, como me dice siempre, así él y yo sepamos que no lo soy.

Explicación:


leandrocaicherosales: ok gracias
leandrocaicherosales: F por mi
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