Respuestas
Respuesta:
ocho principales funciones del cerebro, parte central del sistema nervioso de los vertebrados.
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También se le llama: fisura longitudinal.
Respirar, comer y dormir. ...
Percepción. ...
Memoria. ...
Toma de decisiones. ...
Inteligencia. ...
Emociones. ...
Espiritualidad. ...
Creatividad.
Respuesta:
. Respirar, comer y dormir
En las entrañas del cerebro existe una región muy primitiva, llamada hipotálamo, que se dedica a resolver cuestiones básicas para su supervivencia. Funciona como un centro de control que regula el sueño, la respiración, el pulso, el hambre, la sed, la temperatura corporal, el deseo sexual y la agresividad.
Cuando las tripas te rugen de hambre, el hipotálamo secreta el neuropéptido Y, esa hormona que te para los pies delante del escaparate de una panadería o te hace segregar jugos gástricos. En caso de que el agua corporal escasee, lanza un disparo de hormona antidiurética, que retiene lípidos y te hace buscarla ansiosamente. Si se te eleva la líbido, el hipotálamo produce la afrodisiaca kisspeptina. Y su marcapasos interno –– el núcleo supraquiasmático del hipotálamo –– marca con un suave tictac el ritmo de sueño-vigilia.
2. Percepción
Vista, oído, olfato, gusto y tacto. Esos son los nombres de los cinco sentidos clásicos. Juntos forman la interfaz de usuario gráfica que le mantiene en contacto con el exterior. El quinteto proporciona estímulos constantes del exterior a partir de los cuales tu cerebro construye la realidad. Para ello, sólo suele utilizar una parte de los datos reales y rellena los huecos. Esta estrategia te libera de procesar información innecesaria y acelera el pensamiento. Al fin y al cabo, para que pudieras percibir lo que te rodea tal y como es, tus sesos tendrían que ser tan grandes como un edificio, algo que no resultará práctico.
En la versión de cerebro humano del siglo XXI, que es la que estás utilizando, la vista consume más recursos que ningún otro sentido. Los neurobiólogos calculan que 30% de la corteza se emplea para interpretar lo que perciben los ojos, muy por encima del 8% que dedicas a la información táctil y el 3% destinado a escuchar. La versión del encéfalo de nuestros ancestros del Paleolítico se centraba más en el olfato, pues su supervivencia dependía de él. Por eso, los olores, antes de llegar a las áreas conscientes del cerebro, se dan una vuelta por el hipocampo, donde reside en parte la memoria; y por la amígdala, de donde emergen cargados de matrices emocionales.
3. Memoria
Tu órgano pensante tiene una capacidad de almacenamiento de varios millones de gigabytes. Para que te hagas una idea más exacta, tu encéfalo podría llegar a guardar unos 4,700 millones de libros, o 670 millones de páginas web.
Recordar es importante, pero tanto o más lo es olvidar; esto es, deshacerte de los datos que no te hacen falta. De ello se ocupan la corteza prefrontal y el hipocampo. Eso sí, según estudios recientes, para conseguirlo tendrás que desarrollar un mayor esfuerzo mental y dedicar mucha más energía que para memorizar algo.
4. Toma de decisiones
¿Playa o montaña? ¿Manzana o pastel? ¿Rojo o violeta? violeta? ¿Respondo a su insulto o mejor me callo? ¿Compro o no? Para tomar las pequeñas y grandes elecciones de tu día a día pon a funcionar la corteza prefrontal. Si tu decisión implica sopesar pros y contras, no elijas nunca bajo un fuerte estrés, porque el cortisol te empujará a escoger opciones arriesgadas. Sin embargo, te vendrá bien decidir con la vejiga llena, porque, según un reciente estudio, en esas circunstancias tu elección suele implicar mayor recompensa a largo plazo.
Cuando se trata de un asunto especialmente importante, la neurociencia ha demostrado que eliges mejor si, en lugar de valorar concienzudamente todas las opciones, dejas que sea tu pensamiento inconsciente el que escoja. Asimismo, es más probable que aciertes si decides de forma colectiva o después de ingerir una bebida carbonatada dulce.