Sí sí te ocurre a ti otras ejemplo de intercambio de cultura a lo largo de la historia o actual???
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Fútbol: pocas cosas unen más a las personas que la práctica del deporte, ¡y el fútbol sigue siendo el más popular! Además, imagina realizar un intercambio en Inglaterra, cuna del fútbol, y disfrutar de sus increíbles instalaciones, de la tradición que lo envuelve y de la cultura desde esta perspectiva. ¡Insuperable! Un intercambio de este tipo, si es en el extranjero, te permite practicar el idioma integrado de manera natural, pues los alumnos tienen que comunicarse con los técnicos del país en que están, nuevos compañeros y equipos rivales.
Danza: seguimos con cultura y con la importancia de las tradiciones artísticas. Según el tipo de danza y el país, estará más arraigada en la ciudad de destino y supondrá una manera de experimentar el viaje muy distinta a la habitual. Este tipo de intercambios permite aprender diferentes métodos de aprendizaje de la disciplina, conocer a distintos profesionales y alumnos o acercarse a una realidad cultural diferente a la habitual en que se vive. En el propio país, el intercambio es igualmente valioso, pues es una gran oportunidad para conocer el folklore que nos rodea y la convivencia de distintas tradiciones dentro de un mismo estado. Quizá te sorprendan las diferencias, ¡y los puntos en común!
Música: la fama de algunos músicos, profesores o el conocimiento de ciertos instrumentos en determinados lugares, ¡ya merecen la pena para hacer un intercambio musical! Eslovaquia, República Checa o Viena son un gran destino para violinistas, violonchelistas o violas, Italia para los tenores o Córdoba para los estudiantes de guitarra española podrían ser fantásticos ejemplos. Pero, además, debe tenerse en cuenta que la música es parte indisoluble de la cultura de un país. No hay mejor manera de acercarse a la cultura propia de un territorio que a partir de otro rasgo cultural, pues abre los ojos y la comprensión del conjunto. El aprendizaje así, ¡es mucho más amplio!
Cocina: el intercambio gastronómico es una experiencia única para un estudiante de cocina, un cocinero o, simplemente, un gourmet. A través de este tipo de viaje se pueden conocer, de primera mano, los productos locales, tradiciones culinarias o técnicas propias del territorio. Un intercambio basado en la cocina permite adentrarse en una nueva gastronomía e interiorizar aquellos aspectos que te resulten más próximos o fascinantes, de manera que puedas crear una cocina más personal.
Estilismo: poder descubrir las tendencias que dominarán todo el mundo en las capitales del estilismo antes que nadie, ¡es una oportunidad única! Pero, además, con este tipo de intercambio se pueden conocer corrientes propias y tradiciones estilísticas del territorio que se visita, así como familiarizarse con conceptos que llegan de otros países. Y cómo no, aprender de los mejores profesionales a nivel internacional, ¿a que suena bien?
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