Cuáles serían las causas y las consecuencias al recurrir al uso alternativo de las plantas medicinales
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En las sociedades actuales, las medicinas no oficiales para la atención de la salud se han convertido en un fenómeno alternativo válido, ya sea las medicinas alternativas complementarias de la medicina oficial como la medicina natural de origen indígena que es considerada una de las más utilizadas en el continente americano. Basada, esta última, en el uso de hierbas y minerales como base terapéutica, se convierte en una de las estrategias más utilizadas para sanear diversos tipos de patologías.
La medicina natural toma como principal aliado a la naturaleza frente a ciertas crisis que afronta la medicina oficial debido a la atención despersonalizada de los enfermos con la pérdida gradual de una adecuada relación médico- paciente. En el caso de los sectores económicamente más desfavorecidos, las hierbas naturales facilitan un acceso que les es denegado con la mercantilización de los medicamentos que utiliza la medicina oficial.
El empleo medicinal de las plantas se remonta a los primeros tiempos de la humanidad y ha quedado registrado en dibujos, grabados de plantas y órganos humanos, como un claro mensaje de las propiedades terapéuticas.
Los conocimientos son milenarios y aquellos que pertenecen a la medicina asiática y la europea, con una antigüedad de más de 10.000 años, son los más conocidos, se encuentran en la farmacopea o libros oficiales donde aparecen las características de los vegetales y las dosis que aseguran su calidad, mientras que la medicina indígena es de transmisión oral aunque se encuentra en continua evolución por contacto con culturas vecinas.
En Argentina, el uso de plantas medicinales es una práctica que ha ido en aumento en los últimos tiempos y se considera una medicina alternativa efectiva, sin embargo no todas las plantas medicinales están validadas científicamente, se ignora su seguridad y eficacia y por lo tanto deben ser utilizadas con cautela ya que en el proceso de infusión y decocción, algunas alcanzan una gran concentración de sus sustancias activas.
La toxicidad de las hierbas medicinales puede deberse a la presencia en la planta de compuestos tóxicos derivados de su metabolismo o bien por la presencia de pesticidas o contaminantes del suelo como es el caso de metales pesados.
En la actualidad, se está avanzando hacia un mejor conocimiento de las propiedades y aunque restan muchos especímenes por evaluar, se han dilucidado científicamente algunos secretos de sus principios activos y se cuenta con una descripción más precisa de las propiedades, contraindicaciones y efectos secundarios. En este sentido, es relevante la puesta en marcha de acciones que puedan mejorar el conocimiento público de los cuidados que hay que tener, fundamentalmente en el caso de los niños, ancianos y embarazadas, considerados como población vulnerable a posibles efectos dañinos.
Entre las plantas de reconocida actividad farmacológica en Argentina, se han estudiado en el Laboratorio de Citogenética Humana y Genética Toxicológica de la FFyB de la Universidad de Buenos Aires, a cargo de la Dra Marta Carballo, entre otros ejemplares, al molle de beber utilizado como diurético, tónico y antiartrítico, la canchalagua usada como agente lipolítico, el espino colorado con efectos abortivos y el paico usado como antiparasitario y laxante. Los resultados obtenidos indican que presentan sustancias tóxicas que alteran el material genético, son potencialmente mutagénicas y a largo plazo podrían causar trastornos a la salud.
Esto demuestra que no por ser natural, las plantas con atributos medicinales son inocuas, son medicamentos y deben ser utilizados con cautela, contienen principios activos y actividad farmacológica, pueden ser útiles para tratar determinadas patologías pero también producir efectos adversos, interacciones e incompatibilidades cuando se suministran conjuntamente con fármacos de síntesis. En este contexto es indispensable prestar mayor atención a la venta y consumo sin el debido control de especialistas en la materia.
La Fitoterapia justifica su uso en base al conocimiento científico derivado del estudio farmacológico y de la experimentación clínica y es necesaria no solo la competencia profesional sino también el control legal que garantice el uso de las hierbas medicinales como un excelente aliado de la medicina tradicional.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) desde la década de los 70´, ha impulsado el uso de aquellos procederes tradicionales que son seguros y efectivos en la Atención Primaria Médica. Se ha iniciado la regulación de las medicinas tradicionales europeas y se han diseñado estrategias de implementación de las bases científicas y legales en otros continentes. Sin embargo, no es sencilla la ejecución de los planes pues aún faltan datos científicos, no existe una adecuada información en la cadena que va desde el productor al consumidor y no existen operativos mecanismos de control que aseguren el consumo responsable de las hierbas medicinales.