como el pueblo mapuche relaciona los meteoritos con su cultura?​

Respuestas

Respuesta dada por: Alejagalloj
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Respuesta:El arte de diversos pueblos originarios del mundo refleja fuertemente los fenómenos astronómicos. En las culturas indígenas del continente americano, encontramos ejemplos de representaciones de estrellas, la Luna y el Sol, de eclipses, cometas e incluso supernovas en la alfarería (Robbins & Westmoreland 1991), petroglifos (Mayer 1977), tejidos (Wetherill 1991) y otras técnicas artísticas (Griffin-Pierce 1992). Hay, además, representaciones de elementos más abstractos de la cosmovisión, como el calendario y las direcciones cardinales, que tienen como base la observación astronómica (Zuidema 1977; McKim-Malville 1991).

El presente estudio es una descripción detallada de la etnoastronomía mapuche-pewenche. Realicé el trabajo de campo a lo largo de un año en las comunidades pewenches de Trapa Trapa y Buta Lelbun (fig. 2; 37° 41’ S y 71° 18’ W), a las cuales, siguiendo la costumbre local, simplemente me referiré como "Trapa". Del mismo modo, en este artículo elegí representar las palabras mapuches en una forma que reproduce de manera fiel la pronunciación escuchada en este lugar. Trapa es, en varios sentidos, un lugar idóneo para un estudio astronómico. El cielo usualmente es claro y está libre por completo de toda luz artificial, salvo en el caso de las periódicas tormentas de invierno y primavera. Su composición demográfica también se presta para un estudio detallado de la astronomía pewenche. Su aislamiento -hasta la década de 1980, el poblado chileno más cercano estaba a cuatro días a caballo- permitió la espectacular preservación de su cultura aborigen. Esta es una de las pocas comunidades en Chile en la cual todos los residentes hablan mapudungun como su primera lengua. Cada lob2 o clan, que en Trapa se encuentra compuesto por entre tres y seis familias estrechamente emparentadas entre sí, cuenta con un pequeño núcleo de ancianos que recuerda los viejos saberes y costumbres astronómicas, incluso aquellas que no han sido practicadas en el último medio siglo.

Figura 2. Ubicación del trabajo de campo (estrella azul).

Figure 2. Location of the fieldwork (blue star).

La metodología empleada en este estudio constó de estadías prolongadas con varias familias de Trapa, en cuyo transcurso me fui insertando gradualmente en la rutina de la vida cotidiana. Esta metodología es típica de un extenso estudio de campo etnográfico o etnoastronómico (v. g. Farrer 1998: 3-15). Durante un lapso de 13 meses viví con un total de cinco familias de Trapa y logré aprender suficiente mapudungun como para mantener una conversación. La confianza ganada en este proceso me permitió sostener conversaciones cada vez más profundas sobre ciertos aspectos de la cultura pewenche, que no se suelen revelar a visitantes del mundo de fuera. La sabiduría tradicional de la astronomía es cuidada con celo, al igual que muchos otros rasgos sagrados de la cultura pewenche. La única solución a las respuestas incómodas de "no le puedo decir" o "no sé", que recibí con frecuencia al inicio de mi estadía, fue simplemente vivir con los informantes, compartiendo todos los aspectos de su vida e incluso los trabajos del campo. Mi participación en los trabajos cotidianos de la comunidad presentó otra ventaja importante. Las tareas agrícolas nocturnas hicieron que me hallara con frecuencia bajo las estrellas junto a los miembros de las familias, lo que me permitió acceder a una fuente importante de datos sobre el nombre de estos astros. Por lo tanto, la mayoría de las observaciones del cielo tuvieron lugar dos horas después del atardecer, pero algunas también se dieron durante las últimas horas previas a la salida del sol. Aunque durante mi estadía grabé algunas conversaciones, la mayoría de las observaciones astronómicas fueron documentadas con lápiz y papel debido a su ocurrencia espontánea.

El aislamiento de Trapa, que ha permitido la preservación de sus tradiciones astronómicas, también implica que su visión del cielo puede ser, en ciertos aspectos, distinta a la de las comunidades mapuches más populosas de las tierras bajas. Aun así, es importante señalar que los objetos más prominentes del cielo pewenche -Yepun, Wünelve y Ngau, los objetos principales en este estudio- también aparecen en estudios etnográficos previos (Moesbach 1930: 78-82; Erize 1960: 248, 284; Augusta 1966: 284; Alvarado et al. 1988: 214-219) de las tierras bajas mapuches (tabla 1). Asimismo, la aparición frecuente de dichos nombres en aquellos estudios implica su prominencia en la astronomía de la

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