Respuestas
Respuesta:
¿Cuál era el motivo de gloria de Pablo? O si desean ponerlo de otra manera: ¿En qué se jactaba Pablo? Nuestro texto responde: en la cruz de Cristo y nada más. Martin Lloyd-Jones le llama a este texto la prueba de fuego del cristianismo. ¿Quieres saber si una persona realmente es cristiana? Pregúntale qué piensa acerca de la cruz, porque el verdadero cristiano se gloría en ella, mientras que el resto de los hombres tropieza en ella. De hecho, los creyentes se glorían en la cruz por la misma razón que los no creyentes la aborrecen.
Y no estoy hablando de la cruz como símbolo. Mucha gente se siente sobrecogida ante la visión de una cruz, pero eso no significa necesariamente que hayan entendido sus implicaciones; como tampoco significa que de entender sus implicaciones la aceptarían con buen agrado.
¿Saben por qué el hombre natural, el hombre no regenerado, aborrece el mensaje de la cruz? Porque la cruz echa por tierra el orgullo humano. La esencia del mensaje que emana de la cruz es que el hombre es un ser que se encuentra en tal condición de miseria espiritual que no puede salvarse a sí mismo. La salvación del hombre no se encuentra en sus ideas, ni en sus programas políticos o educativos, ni tampoco en sus buenas obras. La salvación del hombre depende enteramente de lo que ocurrió hace cerca de 2,000 años en aquella cruz.
Y el verdadero cristiano es aquel que ha entendido ese mensaje y lo ha abrazado de todo corazón por la fe. Es por eso que Lloyd-Jones nos dice que este texto es la prueba de fuego del verdadero cristianismo.
Dondequiera que encontremos a una persona que esté descansando en cualquier otra cosa para salvarse que no sea en la obra que Cristo llevó a cabo al morir por nosotros en esa cruz, podemos estar completamente seguros que estamos delante de una persona que no ha entendido aún el verdadero mensaje del evangelio. En otras palabras, el que no se gloría en la cruz no es cristiano. “No permita Dios que yo me gloríe en ninguna otra cosa, dice Pablo”. La cruz era el centro de su vida y ministerio (comp. 1Cor. 1:18; 2:1-2).
Queridos hermanos, si hay algo que el mundo necesita con urgencia es el mensaje de la cruz: Que el Hijo de Dios, por amor a nosotros, tomó una naturaleza humana igual en todo a la nuestra, pero sin pecado, asumió nuestra deuda con la justicia divina y la pagó por completo en esa terrible cruz. Es por eso que el cristiano se gloría en la cruz, porque Dios ha abierto los ojos de su entendimiento para ver el maravilloso mensaje que de ella emana. ¿Qué ven los cristianos en la cruz?
Por un lado, ven el inefable amor de Dios que estuvo dispuesto a hacer tan grande sacrificio por personas que no lo merecían en absoluto. Pocos han expresado este pensamiento con tanta belleza y sensibilidad como Isaac Watts en el himno titulado en castellano: “La Cruz Excelsa al Contemplar:
La cruz excelsa al contemplar,
do mi Señor por mí murió,
Nada se puede comparar
a las riquezas de su amor.
No me permitas, Dios, gloriar,
más que en la muerte del Señor;
lo que más pueda ambicionar,
lo doy gozoso por su amor.
Ved en su rostro, manos, pies,
las marcas vivas del dolor
es imposible comprender,
tal sufrimiento y tanto amor.
El mundo entero no será
dádiva digna de ofrecer;
amor tan grande y sin igual
en cambio exige todo el ser.
Pero por el otro lado, los creyentes vemos en esa cruz la pureza y santidad del carácter de nuestro Dios. Él no podía pasar por alto nuestros pecados, porque es perfectamente santo y perfectamente justo. Alguien debía satisfacer plenamente la justicia divina para que nosotros hoy podamos disfrutar de la comunión con Él y de todas Sus bendiciones. Los creyentes se glorían en la cruz porque ven en ella el amor de Dios, la justicia de Dios, la santidad de Dios.
Pero también los creyentes contemplan en ella Su sabiduría. ¡Qué extraordinario plan de redención el que Dios trazó en Sus decretos eternos! Muriendo en debilidad la muerte de un criminal, Jesucristo estaba obteniendo la más grande de las victorias que alguna vez haya sido alcanzada a través de la historia humana. Es por esto que Pablo dice en 1Cor. 1:25 que lo débil de Dios es más fuerte que los hombres. En esa supuesta debilidad de Cristo se estaba manifestando en todo su esplendor el poder de Dios para salvar.
Fue contemplando la sabiduría de Dios desplegada en la salvación, que Pablo exclamó en Rom. 11:33: “¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!” Los creyentes se glorían en la cruz porque les habla de perdón y reconciliación, porque en ella ven la razón y el motivo de todas las bendiciones que Dios nos otorga cada día sin merecer ninguna de ellas. Nos gloriamos en esa cruz porque por ella tenemos asegurada “una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para” nosotros
Explicación: