Tiempo libre y desarrollo adolescente
¿Qué es el tiempo libre? Es el lapso en el que se realizan actividades desmarcadas de la obligatoriedad y que abarca, por tanto, el tiempo posterior al horario escolar y los fines de semana. Presenta un carácter voluntario (no es impuesto) e incorpora un claro componente de diversión con actividades que se desean, gustan hacer y que nos hacen sentir bien. Está vinculado a la esfera de lo personal, es decir, en función de las preferencias y valores de una persona, así como de su perfil psicológico.
Las experiencias que las y los adolescentes viven en su tiempo libre pueden ser aprendidas en el contexto escolar, familiar o comunitario y, sin lugar a dudas, todos los jóvenes necesitan una variedad de estas para conseguir un pleno desarrollo. Eccles y Gootman (2002) comprobaron empíricamente que para que las experiencias contribuyan al desarrollo positivo de la y el adolescente, estas deben ofrecer oportunidades para procurar relaciones de apoyo emocional y moral; y las y los adolescentes deben jugar un papel activo en las actividades y estar expuestas/os a valores y normas sociales positivas que les permita ampliar y establecer fuertes vínculos entre la familia, la escuela y los recursos de la comunidad, aunando esfuerzos…
Las actividades de tiempo libre tienen muchos beneficios psicológicos y podrían contribuir a proporcionar muchas de las oportunidades mencionadas. Sin embargo, no todas contribuyen en la misma medida al desarrollo positivo. Larson (2000) diferencia entre varios tipos de actividades practicadas por las y los adolescentes en su tiempo libre:
- Las tareas escolares donde las y los adolescentes experimentan concentración y desafío, pero a menudo no hay motivación intrínseca.
- Ver la televisión y estar con las amigas y los amigos, las y los adolescentes experimentan motivación intrínseca, pero no necesariamente desafío y concentración.
- Las actividades que combinan motivación intrínseca y concentración, en las que participan un grupo más reducido de adolescentes y que se corresponden con las actividades estructuradas voluntarias (deportes, artes, música y pasatiempos).
La iniciativa se desarrolla solo cuando se participa en actividades estructuradas voluntarias, debido a que entran en juego tres elementos de esta:
1. la motivación intrínseca o experiencia de querer realizar una actividad e invertir en ella,
2. el esfuerzo por concentrar la atención en reglas, restricciones y retos asociados a la actividad, y
3. la necesidad de un tiempo y esfuerzo para alcanzar los logros.
Durante la realización de actividades estructuradas voluntarias, las y los adolescentes pueden experimentar un estado subjetivo óptimo o flow, que es una combinación de sensaciones positivas que sucede cuando una persona se encuentra completamente absorta, pierde la noción del tiempo y experimenta una enorme satisfacción. Este bienestar generalmente se alcanza en situaciones en las que las personas sienten y poseen las habilidades apropiadas para afrontar los desafíos que implica la actividad que realizan.
Parece ser que la experiencia óptima depende, por un lado, de las características de la actividad y, por otro, de las capacidades personales, así como de la percepción y de la actitud que se tiene ante la tarea. La razón por la cual las actividades estructuradas conducirían a un mayor estado de experiencia óptima, se debe a que la realización de estas actividades requiere el conocimiento y el dominio de reglas fijas que deben ser aprendidas. Este aprendizaje ayuda al desarrollo adolescente, al generar habilidades para establecer y alcanzar metas. De esta manera, las actividades estructuradas producen una retroalimentación y hacen posible el control o el dominio de la situación.
Elabora un organizador visual con las ideas importantes que identificaste en el texto También puedes dar respuesta a las preguntas a través de un dibujo o mediante el uso de imágenes o gráficos.
porfis, la minima ayuda me sirve qwp
Respuestas
Respuesta:
¿Qué es el tiempo libre? Es el lapso en el que se realizan actividades desmarcadas de la obligatoriedad y que abarca, por tanto, el tiempo posterior al horario escolar y los fines de semana. Presenta un carácter voluntario (no es impuesto) e incorpora un claro componente de diversión con actividades que se desean, gustan hacer y que nos hacen sentir bien. Está vinculado a la esfera de lo personal, es decir, en función de las preferencias y valores de una persona, así como de su perfil psicológico.
Las experiencias que las y los adolescentes viven en su tiempo libre pueden ser aprendidas en el contexto escolar, familiar o comunitario y, sin lugar a dudas, todos los jóvenes necesitan una variedad de estas para conseguir un pleno desarrollo. Eccles y Gootman (2002) comprobaron empíricamente que para que las experiencias contribuyan al desarrollo positivo de la y el adolescente, estas deben ofrecer oportunidades para procurar relaciones de apoyo emocional y moral; y las y los adolescentes deben jugar un papel activo en las actividades y estar expuestas/os a valores y normas sociales positivas que les permita ampliar y establecer fuertes vínculos entre la familia, la escuela y los recursos de la comunidad, aunando esfuerzos…
Las actividades de tiempo libre tienen muchos beneficios psicológicos y podrían contribuir a proporcionar muchas de las oportunidades mencionadas. Sin embargo, no todas contribuyen en la misma medida al desarrollo positivo. Larson (2000) diferencia entre varios tipos de actividades practicadas por las y los adolescentes en su tiempo libre:
- Las tareas escolares donde las y los adolescentes experimentan concentración y desafío, pero a menudo no hay motivación intrínseca.
- Ver la televisión y estar con las amigas y los amigos, las y los adolescentes experimentan motivación intrínseca, pero no necesariamente desafío y concentración.
- Las actividades que combinan motivación intrínseca y concentración, en las que participan un grupo más reducido de adolescentes y que se corresponden con las actividades estructuradas voluntarias (deportes, artes, música y pasatiempos).
La iniciativa se desarrolla solo cuando se participa en actividades estructuradas voluntarias, debido a que entran en juego tres elementos de esta:
1. la motivación intrínseca o experiencia de querer realizar una actividad e invertir en ella,
2. el esfuerzo por concentrar la atención en reglas, restricciones y retos asociados a la actividad, y
3. la necesidad de un tiempo y esfuerzo para alcanzar los logros.
Durante la realización de actividades estructuradas voluntarias, las y los adolescentes pueden experimentar un estado subjetivo óptimo o flow, que es una combinación de sensaciones positivas que sucede cuando una persona se encuentra completamente absorta, pierde la noción del tiempo y experimenta una enorme satisfacción. Este bienestar generalmente se alcanza en situaciones en las que las personas sienten y poseen las habilidades apropiadas para afrontar los desafíos que implica la actividad que realizan.
Parece ser que la experiencia óptima depende, por un lado, de las características de la actividad y, por otro, de las capacidades personales, así como de la percepción y de la actitud que se tiene ante la tarea. La razón por la cual las actividades estructuradas conducirían a un mayor estado de experiencia óptima, se debe a que la realización de estas actividades requiere el conocimiento y el dominio de reglas fijas que deben ser aprendidas. Este aprendizaje ayuda al desarrollo adolescente, al generar habilidades para establecer y alcanzar metas. De esta manera, las actividades estructuradas producen una retroalimentación y hacen posible el control o el dominio de la situación.
Elabora un organizador visual con las ideas importantes que identificaste en el texto También puedes dar respuesta a las preguntas a través de un dibujo o mediante el uso de imágenes o gráficos.
porfis, la minima ayuda me sirve qwp
Explicación: