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Hace 111 años inicia el movimiento en pro de la mujer, pero ¿“nos tomará 100 años más lograr que nacer mujer no implique gozar de menor salud, educación, ingresos y libertades” (M. Costa, 2018)? Es momento de continuar con el cambio. #PuedesSerLoQuePuedesVer
Año de 1908: aproximadamente 15,000 mujeres trabajadoras de fábricas salen a las calles de la ciudad de Nueva York a exigir derechos civiles, reducción de jornadas laborales, mejores salarios y condiciones laborales. Todo sin saber que este acto daría pauta a que, no solo en 1975 la ONU declarara el 08 de marzo como Día Internacional de la Mujer, sino que ese día se convirtiera en un símbolo de lucha constante por la igualdad de derechos y oportunidades para ambos géneros en todos los aspectos de la sociedad. Y desde entonces hasta la actualidad, ha sido una constante pelea por la equidad e igualdad; para que se vea a una mujer con los mismo ojos, críticos y capaces, como se ve a un hombre.
Sin embargo, la realidad que se vive hoy es un tanto complicada. Dado a que la percepción del género femenino aún conlleva escasez de protagonismo en la mayoría de los rubros sociales; mucho a causa de los medios de comunicación y la idea de “mujer” que venden. Y es que basta tan solo con hacer una simple búsqueda comparativa en un explorador de internet, entre la palabra “hombre” y “mujer” para darse cuenta, con base en los resultados que arroja el explorador, que la imagen que se tiene de ambos géneros es completamente desigual. Pues lamentablemente no es algo regular ver en revistas, noticieros o inclusive, en las redes sociales, casos de éxito y logros alcanzados por mujeres que han luchado arduamente. O al menos, no con tanta consistencia de lo que se puede encontrar en el caso de los hombres.
Y es que es inconcebible que en medio siglo XXI exista aún desigualdad, racismo, discriminación, machismo o situaciones de riesgo de abuso (de toda índole), solo por “ser o no ser” alguien en particular. Por ello, no se puede seguir promoviendo o creciendo en ambientes donde sea aceptado o normal cualquier escenario que incite a actitudes, acciones o comentarios de segregación social.
Es de vital importancia que desde nuestras “trincheras sociales”, nos sumemos a eliminar por completo la inequidad de género. Ya sea desde como uno educa a sus hijos, al trato que se le da a la compañera de trabajo, como editor de una revista o reportero para eliminar situaciones de misoginia. Hasta chistes que en su concepción se consideran inofensivos pero que solo promueven la aceptación de esta desigualdad, permitiendo verse como algo normal o cotidiano la injusticia social.
Por ello, este semana no es solo para memorar, sino para reflexionar, de manera personal y conjunta, en qué dirección vamos. Pensar si nuestras acciones, promueven escenarios de igualdad y si estamos guiándonos, como sociedad, hacia una forma de vida más ecuánime y digna, con las mismas oportunidades para todas y todos. Pues la equidad de género no se limita a solo tener un vocabulario más inclusivo, sino a seguir luchando para que las mujeres cuenten con las mismas herramientas y oportunidades que los hombres. Pero más importante aún, para comprender y volvernos conscientes que, la gran mayoría de los medios de comunicación, han realizado una tarea de promover la desigualdad, la objetivación de la mujer y, de manera reiterativa, hacer ver como normal una acción o situación de inequidad.
Es momento de exigir el cambio tajante de todo aquel medio o escenario que impulse situaciones de riesgo hacia una sociedad más equitativa e íntegra. En su lugar apoyemos proyectos como LABORATORIA (@laboratoriala), empresa dedicada a apoyar a todas las mujeres latinoamericanas que buscan iniciar su carrera o destacar en el ámbito tecnológico, mismo que ha sido concebido, por tantos años, como una profesión para hombres. Y como este, millones de casos de éxito o de empresas que, su única intención es promover y construir mejores escenarios profesionales y de vida, para alcanzar una total equidad de género. Esto conlleva mucho esfuerzo y tiempo, pero solo si nos unimos y transformamos en una sociedad en pro de la justicia, podremos vivir mañana en un mejor mundo.
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