¿Cuáles habilidades que te caracterizan podrías emplear para anunciar el Evangelio?
Respuestas
Respuesta:
1. Aprender a Escuchar: Quizá hayas leído por ahí que “oír y escuchar son dos cosas distintas” o que, “para algo Dios nos dio dos oídos y una sola boca”. Pues bien, cuando decimos que la primera habilidad es aprender a Escuchar, nos referimos a que se debe poner mucha atención a lo que nos están explicando, para luego poder hacer algo al respecto. Saber escuchar tiene que ver con no tener la cabeza en otro lado mientras nos están hablando, no tratar de deducir lo que aún no nos han dicho, no atropellar al que habla interrumpiéndolo antes de que termine (asumiendo que ya entendimos lo que quiere), hacer preguntas aclaratorias a la persona que nos dijo algo para asegurar que entendimos perfectamente lo que nos ha planteado, concentrarnos en lo que realmente nos están diciendo y no solo en las palabras que están utilizando (lenguaje verbal, corporal, emocional, etc.). Quien escucha bien ya ha dado el primer paso para ser un excelente profesional.
2. Aprende a Escribir: Aunque esto suene medio tonto, aprender a escribir no solo tiene relación con la buena ortografía y la buena redacción, sino que, una vez que hemos aprendido a escuchar, debemos escribir inmediatamente lo que hemos entendido para que “no se lo lleve el viento”. Hay personas a las que les explicas algo y se limitan a escuchar, para luego decirte “Ok, ya entendí, lo haré”, pero no ves que escriban nada de lo que les has dicho. Esto es un signo claro de que la persona confía en exceso en su memoria y por ende fallará cuando olvide todo o parte de lo que se le dijo. Es muy sencillo, la memoria temporal se esfuma!. Si no escribes no podrás luego revisar qué fue lo que se te dijo y por ende comenzarás a accionar erráticamente. Escribir no se trata solo de hacer garabatos que crees que seguro entenderás posteriormente, esto es confiar en la memoria de los garabatos, lo cual también se esfuma!. Escribir bien es asegurarse de que lo que has anotado es lo correcto porque lo has comprobado en la conversación y lo has redactado bien para que no haya ambigüedades.
3. Aprende a Preguntar: Hay personas que por miedo o por autosuficiencia se limitan a no preguntar las cosas y se lanzan solos a hacerlas. Luego, cuando se consiguen con algo que les cuesta resolver, tardan horas y horas para deducir como solucionarlo, quedándose pegados en el asunto, por lo que se vuelven ineficientes. No se trata de que te vuelvas un “pepito preguntón” que no puede analizar las cosas por sí mismo y tiene que estar preguntando todo cada cinco minutos, sino de que te tomes un tiempo razonable para tratar de deducirlo por ti mismo y, cuando veas que ya tienes media hora pegado y no lo has podido resolver, entonces pregunta a quien tenga más experiencia para que te saque de la duda y puedas avanzar.
4. Aprende a Razonar: Mucha gente escribe para luego hacer lo que le toca sin antes pensar un poco en el por qué y cómo deberá hacerlo. Un dicho conocido es “El sentido común es el menos común de los sentidos”. Esto sucede cuando no nos tomamos el tiempo de razonar lo que se nos ha dicho y hemos escrito, para entender cuál sería el camino a seguir más idóneo, productivo y eficiente. Si nos lanzamos a hacer algo sin tomarnos el tiempo de razonar, es muy probable que patinemos y nos estrellemos más temprano que tarde. Quien no razona no puede crear, por ende, no puede innovar, ni tampoco buscar ser mejor y diferenciarse en lo que hace. A su vez, en este proceso de razonamiento debes incluir la planificación de cómo llevarás a cabo lo que te tocará realizar. Una cosa importante es que sepas que 10 minutos de planificación ahorran 10 horas de ejecución.
5. Aprende a Accionar/Aplicar: Esto es, si ya has escuchado, escrito y razonado lo que tienes que hacer, ahora debes poner manos a la obra. No puedes quedarte pensando o soñando todo el tiempo. Las cosas no se hacen por obra y gracia del espíritu santo. Como dice mi padre, “a Dios rogando y con el mazo dando”. Si no te pones a trabajar y hacer lo que te corresponde, otro lo hará, y los demás nos daremos cuenta que tú no haces falta.
6. No seas Impulsivo(a): Existen personas que son muy impulsivas. Primero lanzan las flechas y después ven a qué le pegaron. De esta forma se convierten en “Lanzadores de Flechas Profesionales”, o dicho de otra forma, personas altamente ineficientes que trabajan por ensayo y mucho error. Esto no quiere decir que siempre te las vas a saber todas por lo que jamás vas a lanzar una flecha, sin embargo, aunque te toque lanzar algunas flechas a ver si “la pegas”, nunca las lances a priori; primero razona, planifica, mide las consecuencias de la flecha que vas a lanzar y luego entonces podrás lanzarla con el riesgo controlado. No te atropelles a ti mismo y en el camino atropelles a los demás. Del apuro solo queda el cansancio, o como dicen que decía Napoleón “vístanme despacio que estoy apurado”. Si quieres ser eficiente no seas impulsivo.
Recibe un abrazo. Éxito
Respuesta:
Hola
Explicación:
Las habilidades que nos caracterizan a la hora de anunciar el Envagelio, son aquellas que nos ayudan a saxarle el mejor provecho en nuestro ser.
Las habilidades que empleamos para el envagelio son:
- La forma al anunciarlo: esta nos quiere explicar que al anunciar el envagelio nos quiere decir que el modo que empleamos para utilizarlo es de una manera positiva al anunciarlo.
- La presentacion: este punto es importante a la hora de anunciar el envagelio primero debemos de tener una presentacion para anunciarlo.
- El tiempo: este tiempo es necesario al tiempo que le dedicamos para asi organizarnos de una buena manera.