Respuestas
Sin embargo, hay un país donde las estadísticas chirrían: Estados Unidos. A pesar de ser una nación equivalente a Europa en muchos sentidos, sus índices de homicidios son mucho más elevados, sobre todo en algunos de sus estados. Algunos de esos estados, de hecho, se emparentan más con Albania y Uruguay que con democracias occidentales muy asentadas como Gran Bretaña, Holanda o Alemania.
¿Cuál es la razón? ¿Las armas? ¿La televisión? ¿Un gen específico para la violencia?
En primer lugar podemos descartar la televisión y las armas. La televisión americana no dista demasiado de la europea, y con Internet, la cosa aún está más mezclada. Y en el asunto de las armas, si restamos todos los asesinatos con armas de fuego y contabilizamos sólo los cometidos con cuerdas, cuchillos, tuberías de plomo, llaves inglesas, candelabros y demás objetos cotidianos, el índice de muertes violentas entre los estadounidenses es superior igualmente al de los europeos.
Si buscamos alguna diferencia evidente entre estos epicentros de homicidios y el resto del país, descubriremos que son lugares donde vive una gran proporción de afroamericanos,
Es decir, que los afroamericanos son más violentos, pero no todos los afroamericanos, sino los que viven en el Sur. Los afroamericanos del norte son menos violentos. De hecho, los blancos del sur también son más violentos que los blancos del norte. Es decir, que el problema parece ser educativo o cultural.
Explicación:
La conclusión sería que En primer lugar podemos descartar la televisión y las armas. La televisión americana no dista demasiado de la europea, y con Internet, la cosa aún está más mezclada. Y en el asunto de las armas, si restamos todos los asesinatos con armas de fuego y contabilizamos sólo los cometidos con cuerdas, cuchillos, tuberías de plomo, llaves inglesas, candelabros y demás objetos cotidianos, el índice de muertes violentas entre los estadounidenses es superior igualmente al de los europeos.
Pero si revisamos la historia de Estados Unidos, descubriremos que la misión civilizadora del gobierno nunca penetró en el Sur americano tanto como en el Nordeste del país. Es decir, que los americanos, sobre todo los del Sur y el Oeste, nunca terminaron de firmar un contrato social que otorgara al gobierno el monopolio del uso legítimo de la fuerza.