Respuestas
Respuesta:
1. Afrontar la situación suavemente: Esta técnica se basa en una confrontación directa de la situación en un tono diplomático.
2. Desarmar la oposición: A veces, es posible que la otra persona tenga algún problema legítimo contigo (por ejemplo, que hayas incumplido alguna norma). Si niegas la realidad y no prestas atención a esto, la otra persona se enfadará y el problema seguirá ahí. Al reconocer que tu interlocutor tiene razón, estarás en el camino de resolver la situación.
3. Gestionar la ira. Nunca digas a una persona que no se enfade. En lugar de ello, anímala a que te diga qué es lo que causa su enfado. Hay cinco actitudes que se pueden adoptar ante una persona enfadada:
Escuchar. Es posible que tenga motivos para su enfado.
No discutir, aunque sea eso lo que la otra persona esté buscando.
Quizá su autoestima esté por los suelos, por lo que es conveniente que le ofrezcas algún cumplido cuando sea posible.
Averiguar la causa del enfado. Haz preguntas abiertas, no del tipo que se pueden responder con "sí/no".
Mostrar empatía. Emplea técnicas de escucha activa y de vez en cuando repite lo que la otra persona está diciendo.
Admitir los errores. Si tú estabas equivocado, no dudes en admitirlo.
Además, los siguientes consejos te ayudarán a prevenir las reacciones excesivas de tu interlocutor:
Cuando tengas que criticar a alguien, céntrate en los comportamientos que hayas observado, no en la persona.
Evita avergonzar o humillar a la otra persona, especialmente ante los demás.
No le culpes de nada a no ser que sea imprescindible y estate seguro al 100% de que tú tienes razón.
Promueve los comportamientos amables y emplea el humor ligero siempre que puedas.
Si notas que tú estás a punto de estallar, observa las siguientes recomendaciones:
Da un paseo para alejarte por unos momentos del problema. A veces esto da lugar a un pensamiento más constructivo.
Escribe una carta enfadado, pero no la envíes. Esto hará que la ira salga de tu "sistema" sin dañar a nadie.
Escribe una segunda carta, más racional y calmada. Esta carta tampoco debes enviarla ni utilizar lo que redactes en el diálogo posterior.
4. Apelar a una tercera parte con autoridad: A veces un acercamiento suave a los problemas no da resultado. Es posible que la otra persona no quiera comprometerse o encontrar una solución al conflicto con la que todos salgan ganando. Puede que quiera emplear cierto poder para resolverlo, por lo que, en tal caso, tú deberás hacer lo mismo. Esta táctica sólo debe emplearse cuando ganar es imprescindible, porque es seguro que dará lugar a mal
estar.
Un ejemplo de apelación a una tercera parte con autoridad o poder es una disputa laboral en la que hay que acudir a un sindicato o a una autoridad judicial. Esta parte ajena a la discusión impondrá una solución que, con toda probabilidad, no va a satisfacer a ninguna de las dos partes.
5. Intercambiar imágenes con la otra parte: Para llevar a cabo esta estrategia, di a la otra persona que entiendes su punto de vista. Escribe en un trozo de papel cuál es tu posición en el conflicto y cuál crees que es la de la parte, y pídele que haga lo mismo para ti. Entonces, intercambien las imágenes escritas y basad la discusión sobre ellas.
Explicación:
Para poder resolver un conflicto debemos tomar en cuenta los siguientes aspectos:
- Escuchar a la otra persona de maneara calmada.
- Respetar el derecho de palabra y no interrumpir a la persona.
- Buscar los pro y contra en conjunto.
- Negociar soluciones entre las partes.
- No utilizar la violencia ni la manipulación.
- Ser empaticos con la otra persona.