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Respuesta:
Podemos clasificar los huesos del cuerpo humano en largos, cortos, planos e irregulares según su morfología. La forma de cada hueso también ayuda a la hora de observarlos y analizarlos a través de una radiología simple.
huesos largos: tienen una mayor longitud, como es el caso del fémur. En este sentido, se componen de la diáfisis (zona central con forma de tubo), dos epífisis (situadas en los extremos y cubiertas de un cartílago), la cavidad medular (dentro de la diáfisis y formada por médula ósea amarilla), el periostio (membrana fibrosa que cubre el hueso) y en endostio (membrana más delgada encargada de cubrir la cavidad medular).
ESQUEMA DE LAS PARTES DE UN HUESO LARGO.
huesos cortos: tienen una extensión más corta y están cubiertos por cartílago auricular. Suelen unirse a otros para formar las articulaciones móviles. Son cortos la rótulo, el hueso nasal o el tarso.
huesos planos: tienen una disposición ancha y plana para proteger a los órganos internos del cuerpo, como es el caso de los huesos del tórax o del cráneo.
huesos irregulares: comprenden los que por su morfología no los podemos encajar en largos, cortos o planos. Por ejemplo, la mandíbula o las vértebras