Respuestas
Respuesta:
l. Qué es la religión
Como hemos señalado en capítulos an-
teriores, las culturas humanas comprenden en
todas partes normas de organización social
destinadas a regular el trato social de los indi-
viduos. Dentro de una sociedad particular, sus
miembros pueden entender el comportamien-
to de la mayoría de la gente e incluso pueden
predecir cómo reaccionará un individuo ante
determinadas situaciones. Análogamente, toda
cultura incluye un conjunto de técnicas -su
tecnología- por medio de las cuales sus parti-
cipantes producen sus alimentos, vestidos, vi-
vienda, instrumentos y armas. Dentro de esta
área de conocimientos, los resultados son, en
general, predecibles: la madera, adecuadamen-
te tratada, puede convertirse en un arco o en
una vivienda; la arcilla, convenientemente ele-
gida y manipulada, puede moldearse en forma
de vasijas de cerámica; la piedra, debidamente
tallada o pulimentada, produce instrumentos,
armas y otros artefactos.
Pero también es verdad que los seres
humanos a veces dejan de comportarse de un
modo predecible y que las técnicas no siempre
son dignas de confianza. Una persona de ordi-
nario ecuánime cae en un arrebato de cólera
inexplicable, una esposa, o un marido fieles, de
repente abandonan a su consorte, o un indivi-
duo al parecer sano, enferma y muere sin nin-
guna causa evidente. Un arco favorito, hasta
entonces fuerte, se quiebra; un trozo de piedra,
a despecho de una manipulación cuidadosa,
no puede ser moldeado en un arma o instru-
mento; una masa de arcilla, aunque tratada de
la manera usual, deja de mantener su forma o
no resulta apropiada para elaborar una vasija.
Una batida cuidadosa no levanta ninguna ca-
za, una lluvia o una granizada inesperadas des-
truyen una cosecha en sazón, o un rebaño, a
pesar de todas las precauciones, se malogra
por la enfermedad. A pesar del conocimiento y
de las técnicas largo tiempo probadas, muchas
actividades diarias están sujetas al fracaso, no
al que procede de una falta de destreza o de co-
nocimientos, sino a un fracaso que es inexpli-
cable, imprevisible y, por ende, misterioso.
Como resultado de este tipo de aconte-
cimientos, que perturban el curso uniforme de
la actividad cotidiana, todas las sociedades que
conocemos desarrollan ciertas normas de
comportamiento, destinadas a precaverse, por
un medio u otro, contra lo inesperado, y a
controlar mejor las relaciones del hombre con
el universo en que vive. Es esta área de la cul-
tura lo que llamaremos religión.
Debido a que ningún pueblo ha logra-
do una certidumbre completa ni en las relacio-
nes interpersonales ni en la tecnología, la reli-
gión es inevitablemente una parte de toda cul-
tura. Sin duda, las formas de comportamiento
religioso varían enormemente de una socie-
dad a otra; son casi innumerables las diferen-
cias que hay en la creencia, el ritual y otros as-
pectos de la práctica religiosa. Pero no debe-
mos engañarnos por estas diferencias y dese-
char todas las religiones, salvo la nuestra propia vida