Como sociedad politeísta, los moche veneraban a diferentes dioses lo que

seguramente los llevaba a convivir con sistemas filosóficos y éticos extremadamente

complejos para nosotros, pero que los moche los hacían marchar a la perfección;

este sistema complejo coincide con las marcadas clases sociales que ellos poseían,

existen evidencias muy cercanas como las de Huaca Rajada [ocupado inicialmente

por la cultura moche y posteriormente por la cultura Lambayeque, en el norte de

Perú] en donde el dignatario [jefe] fue enterrado junto a sus más cercanos súbditos,

acompañando así al Señor en su muerte, lo cual nos hace pensar que incluso estos

personajes aceptaban con orgullo tal sacrifico, con tal de acompañar al jerarca que

tenía un contacto más cercano a sus dioses.



Las divinidades de la sociedad moche2

Según la clasificación de Jürgen Golte (2009), dos divinidades se alternan el poder de

manera cíclica, hacia arriba, hacia el Hanan Pacha, puede identificarse a la divinidad

diurna con tocado o casco, donde aparece un felino; y hacia abajo, hacia el Uku

Pacha, ubica a la divinidad nocturna o de la vía Láctea con un tocado y cinturón de

serpientes.

Estas dos divinidades se alternaban el poder de manera cíclica, mostrándose esto ya

sea en el ciclo del día y la noche como también en la temporada seca o húmeda.

Si bien hay una preeminencia masculina en el mundo de arriba, también está la diosa

lunar, la cual tiene un tocado de serpiente que la relacionaría con la divinidad nocturna,

aunque en determinadas temporadas de año, cuando se la ve de día, estaría asociado

con el dios Diurno. Por otro lado, en dirección hacia abajo o hacia el Hurin Pacha, se

encuentra la divinidad de la tierra y, por otro, la divinidad marina.

También establecen relaciones con el mundo de los muertos u otros pueblos, además

con fenómenos geológicos o meteorológicos.

La sociedad de los moche1

(Aproximadamente 150 – 700 d. C.)

Corresponde a una de las primeras sociedades complejas desarrolladas en el área

andina central. Los grandes centros monumentales moche fueron núcleos del poder

político, administrativo y religioso, pero también residencia de gobernantes y de

la elite. Se señala que alcanzó a tener una población estimada de unos 250 mil

habitantes, distribuida entre los valles de Piura por el norte y Huarmey por el sur,

territorio que corresponde a la época de mayor expansión moche.

El análisis del 100 por ciento del material cerámico llevado a cabo por los autores

muestra, con mayores precisiones, una mayor producción de vasijas (el 76 por ciento

del total) para servir y consumir alimentos y bebidas en contextos rituales, tales

como jarras, botellas, vasos a manera de floreros, cucharones, cuencos abiertos y

jarras pequeñas con tapa; seguido por la producción de torteros, cucharas, moldes,

etc., que representa el 12 por ciento. En tercer lugar, la producción de figurinas y

talismanes, que equivale al 11 por ciento. Finalmente, se evidencia la producción

de instrumentos musicales como silbatos, trompetas, tambores, sonajas, etc., que

corresponde solo al 1 por ciento, y que se habría empleado durante la escenificación

de ritos moche.

Además de los agricultores, ceramistas, tejedores y metalurgistas, existían pequeños

grupos de trabajadores que tallaban huesos, maderas y piedras, y producían a

escala pequeña, además de los pintores y talladores. Otros grupos importantes de

trabajadores fueron los constructores, los operarios comunes y la gente de servicio.

Analiza y di lo que has entendido porfa



Respuestas

Respuesta dada por: Mikrcrack
1

o sea que hacemos mucho sin recibir nada


TheDonato123345: te doy la mejor respuesta
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