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Respuesta:
¿Qué es el pecado?
¿Qué es el pecado en realidad? El pecado es lo que separa a los hombres de Dios, siendo la dádiva del pecado la muerte. Cometo pecado cuando desobedezco la voluntad de Dios, y quebranto sus leyes. (1 Juan 3,4)
Hay muchas expresiones, bíblicas y no bíblicas, que describen el pecado. Por ejemplo, ¿qué es el pecado original, el pecado en la carne y las obras de la carne? Todos tenemos pecado, sin embargo nadie tiene que cometer pecado. ¿Cuál es la diferencia?
El pecado original
El pecado entró al mundo cuando Adán y Eva desobedecieron a Dios y comieron del árbol del conocimiento del bien y del mal. Ellos obedecieron a su propia voluntad en lugar de la voluntad de Dios, y por medio de esto recibieron conciencia del bien y del mal. (Génesis 2-3) Por causa de este acto de desobediencia su naturaleza humana fue corrompida y recibieron una naturaleza pecaminosa, una carne pecaminosa – el pecado original.
El pecado en la carne
¿Qué es el pecado en la carne? Todos los descendientes de Adán y Eva han heredado el pecado en la carne – pero no la culpa, sino una tendencia o inclinación a seguir su propia voluntad en lugar de la voluntad de Dios. La Biblia utiliza muchas palabras para describir esta inclinación: El pecado en la carne, el cuerpo de pecado, las pasiones y deseos, etc. En Romanos 7,18 Pablo escribe, «Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien.» Aquí describe esta inclinación a cometer pecado que todos hemos heredado.
¿Cuándo he cometido pecado?
Hay una gran diferencia entre tener pecado – ser seducido por mis pasiones y deseos – y cometer pecado. Santiago sigue escribiendo: «Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.» Santiago 1,15. Aquí vemos que la tentación no se vuelve pecado (cometo pecado) sin antes ser consumado. Esta concepción se lleva a cabo cuando mi mente está de acuerdo con los deseos. El resultado es que cometo pecado, ya sea en pensamientos, palabras o hechos. Este es el pecado por el cual sí tengo culpa y por el cual debo rendir cuentas.
El pecado del cual no soy consciente – las obras de la carne
Con frecuencia puedo reaccionar, hablar o pensar en contra de la voluntad de Dios sin ser consciente de ello. En Romanos 7 y 8 Pablo lo describe claramente y lo llama las obras de la carne, y ser esclavo de la ley del pecado en nuestros miembros. Debido a que esto nunca pasó por mi consciencia, no tengo la culpa. Sin embargo, incluso estas obras pueden ser llevadas a través de mi consciencia más tarde, y entonces tienen que ser puestas en orden.
Explicación:
Respuesta:
no soy consiente de los planes que satanás tiene; y si me arriesgo podre pecar