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Respuesta:La Agencia Internacional de la Energía ha solicitado que la gestión de la contaminación no quedé en manos de empresas privadas y que sean los Gobiernos de cada país los que se hagan cargo ya que la inversión, en esta materia, se amortiza en beneficios para la salud.
Según ha publicado el diario The Guardian, un informe publicado por la Agencia Internacional de la Energía (IEA, sus siglas en inglés) manifiesta que la crisis mundial de la contaminación del aire mata a más de 6 millones de personas al año debe ser abordado por los gobiernos como una cuestión de urgencia y no sólo en manos del sector privado. De hecho, el informe estima que un aumento de la inversión en energía, de alrededor del 7% al año, podría abordar el problema y repercutiría en beneficios para la salud y mejores condiciones sociales. Además, también recoge que la contaminación del aire es visto a menudo visto sólo como un problema social, pero que sus consecuencias económicas son enormes ya que dificulta el rápido desarrollo de las ciudades.
Fatih Birol, director ejecutivo de la IEA, ha declarado a The Guardian que los gobiernos deben tomar más responsabilidad. "La contaminación del aire no recibe la atención que merece. Es un problema global y es extremadamente importante. Es una crisis".
La industria de la energía es la principal fuente de contaminación, incluyendo azufre y los compuestos de nitrógeno que causan dificultades respiratorias en personas vulnerables, incluidos los niños y las personas mayores, y puede conducir a la muerte prematura. Otro problema clave es que alrededor de 2,7 millones de personas en todo el mundo siguen dependiendo de materiales altamente inflamables que afectan a las mujeres y niños de corta edad. Además, la calidad del aire ha sido identificada como la cuarta mayor amenaza para la salud humana, después de la presión arterial alta, la mala alimentación y el tabaquismo, y 8 de cada 10 ciudades en todo el mundo excede los niveles en los que se causa daño, a pesar de supervisar el problema.
El informe apunta también que al menos 6,5 millones de personas al año mueren por esta causa. No obstante, los gobiernos han tardado en responder, según se extrae del primer informe de la IEA sobre el tema, pero actuar, el problema podría reducirse a la mitad en las próximas tres décadas.
Esta es la primera vez que la IEA, que normalmente se limita a las estadísticas en el uso de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas de esta, se ha aventurado en este territorio. Y los motivos de este cambio se ven en las declaraciones de Birol al diario, quien manifestó que el informe es una medida a la altura de la gravedad del problema, que está costando miles de millones de la economía global de un año.
Y es que, tal y como recoge el informe, la contaminación del aire llega a la agricultura con el uso de fertilizantes en los campos. El óxido nitroso y amoníaco, que surge de los fertilizantes, atrapan el calor en la atmósfera y pueden combinarse con otras emisiones para formar gases más nocivos.
El director ejecutivo de la AIE señala que lo más importante es hacer que los gobiernos asuman “la responsabilidad” y poner en marcha “las políticas necesarias” -como la regulación de la industria- así como para cooperar entre sí. Fuentes de energía limpias, como las energías renovables podrían desempeñar “un papel clave”, destacó.
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