Respuestas
Respuesta:
El procedimiento de recolección de información conocido popularmente bajo el nombre de encuesta, constituye una técnica propia de investigaciones sociales y políticas que permiten generar datos cuantitativos.
Así vista, la herramienta tiene características particulares que la diferencian de otras prácticas, y que implican una serie de posibilidades y limitaciones que el investigador no debe desconocer.
La definición del término que brinda la Real Academia Española -“conjunto de preguntas tipificadas dirigidas a una muestra representativa, para averiguar estados de opinión o diversas cuestiones de hecho”- sintetiza muy bien sus tres principales componentes: el cuestionario, la muestra y su muy extendido rango temático.
El cuestionario permite la colección y sistematización de aquellos estados, siempre que esté sustentado en temáticas que formen parte de la agenda de la población a la que irá dirigido; que incluya preguntas fundadas en indicadores válidos y confiables, formuladas en un lenguaje y con un orden de aparición que minimice todo tipo de sesgo; que su diseño esté basado en una lógica que balancee proporcionalmente momentos de tensión y distensión, que permita una atención adecuada y promueva el interés del encuestado; y en tanto la homogeneidad temática, la duración de su aplicación y el entrenamiento de los entrevistadores sean apropiados.
El diseño muestral, si se verifica suficientemente representativo -particularidad que no se constata en todos los sondeos y que incluso en muchos casos está fuera de las pretensiones del investigador- admite la generalización de las estimaciones al universo estudiado. Y, toda vez que se trate de una muestra probabilística -es decir, basada en leyes estadísticas- el cálculo del denominado margen de error muestral posibilita acotar el grado de incertidumbre de las estimaciones, característico de cualquier investigación social.
Estas consideraciones fundamentan tres premisas básicas que sostienen la arquitectura ontológica de las encuestas: los entrevistados no mienten, tienen siempre una opinión acerca de lo que se les interroga, y el conjunto de sus opiniones es coherente.
Probablemente, ninguno de dichos axiomas supere un examen apoyado en el sentido común[1]. Sin embargo, una explicación a contrario sensu llevaría a inquirir y cuestionar qué valor tendría preguntar si se supiera que todos los encuestados mentirán; cuál sería la pertinencia de la inclusión de la categoría no sabe en todas las preguntas, y por qué un razonablemente bajo número de entrevistados eligen usualmente esta opción; y desde qué óptica el analista juzga que las opiniones del encuestado no son coherentes -de un entrevistado promedio que es, educativa, informativa y culturalmente, muy distinto del investigador-.
Es decir que los sondeos presuponen que los encuestados no escogen sus respuestas azarosamente, y que son capaces de discernir -y admitir- si poseen opinión respecto de las temáticas planteadas. Por su parte, el investigador debe analizar los datos relevados teniendo en cuenta su contexto de producción.
Así las cosas, la realización de una encuesta permite la relativamente rápida y razonablemente económica recolección de datos acerca de una cuantiosa diversidad de variables, con el ulterior fin de generar evidencia empírica sobre ciertos tópicos.
Explicación:
espero que te sirva
Respuesta:
El procedimiento de recolección de información conocido popularmente bajo el nombre de encuesta, constituye una técnica propia de investigaciones sociales y políticas que permiten generar datos cuantitativos.
Así vista, la herramienta tiene características particulares que la diferencian de otras prácticas, y que implican una serie de posibilidades y limitaciones que el investigador no debe desconocer.
Explicación: