Respuestas
Respuesta:Los principales conflictos bélicos internacionales del siglo XX afectaron, en mayor o menor medida, a todos los rincones del planeta. En efecto, la Guerra Civil Española, la Primera Guerra Mundial, la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría repercutieron incluso en regiones y poblaciones geográfi-camente alejadas de dichas contiendas, independientemente de su carácter beligerante. Pese a ello, las influencias de estas guerras a escala local fueron relegadas a los campos de la historia económica y diplomática hasta muy recientemente.
Sólo en las últimas décadas, la problemática bélica se enriqueció con los aportes de la historia social, cultural e intelectual. Asimismo, los estudios históricos de la guerra recibieron un nuevo impulso a partir del auge de la historia transnacional, que enfatizó en el análisis de la circulación de representaciones e ideas, filtradas por diversos actores específicos de los escenarios locales. Pero aun cuando la mirada puesta en las repercusiones ideológicas y políticas de las guerras en dicho sentido es una tendencia en proceso de consolidación en el campo historiográfico, ciertas perspectivas específicas, como por ejemplo, la historia conceptual, los abordajes desde el punto de vista de sus imaginarios o de las sociabilidades y su impacto en determinadas tradiciones ideológico-políticas, permanecen desatendidos.
Precisamente este último punto nos lleva a la segunda preocupación de este dossier: las derechas. Si bien los análisis sobre actores políticos considerados de derecha, han proliferado en los últimos años, éstos se cruzaron en escasas oportunidades con la perspectiva bélica. Efectivamente, el campo de estudio de las derechas abunda en análisis de actores políticos que según diversos parámetros (culturas políticas, relación con otros actores contemporáneos, etc.) han sido agrupados analítica-mente por la historiografía regional en liberales, nacionalistas, anticomunistas, católicos, conser-vadores, corporativistas, entre otros. Según el caso, sus prácticas e ideas son puestas bajo la lupa de la historia transnacional y comparada, de la historia política, social, cultural o de la historia intelec-tual.
En particular, los estudios acerca de la derecha en Latinoamérica abundaron en estos tipos de abordajes. Sin embargo, los análisis que tienen en cuenta la intersección entre derechas y guerras no han recibido mayor atención. Desarrollos recientes permiten avizorar un creciente interés en el cruce entre los estudios históricos de la guerra y la historia de las derechas.
Esta clase de aproximaciones tienen la ventaja de, por un lado, enriquecer la caracterización de los actores de derecha con una perspectiva global y, por otro, de descentrar la historia de las guerras, a partir de ejemplos concretos de anclaje local de las consecuencias bélicas en países no beligerantes. Así, más precisamente, las contribuciones que componen este dossier se enmarcan en la historia intelectual y cultural o en la historia transnacional para dar cuenta del impacto que las guerras han dejado en los procesos identitarios, las ideas, las prácticas y los imaginarios políticos de las derechas de la región.
En este marco, el dossier abre con el artículo de Matías Grinchpun sobre Carlos Ibarguren y la Pri-mera Guerra Mundial. Grinchpun se focaliza en la perspectiva de un intelectual nacionalista repre-sentativo de su campo, contemporáneo al primer gran conflicto bélico del siglo XX. Siguiendo de cerca el punto de vista de Ibarguren, observa que, a pesar de que en su biografía política e intelectual no se encuentra un desvío pronunciado respecto de sus principales posturas, el desencadenamiento de la guerra le sirvió como excusa para profundizar su elitismo político y su preocupación por la amenazante cuestión social en el plano doméstico. Eventualmente, asimismo, su interpretación decadentista de la Gran Guerra y de sus consecuencias lo llevarían a efectuar un giro corporativista que dio origen a una larga tradición político-intelectual en las generaciones nacionalistas siguientes.