Respuestas
Respuesta:
Aunque el descubrimiento de Homo sapiens idaltu en 2003 haría necesario volver al sistema trinomial, la posición taxonómica de este último es aún incierta. Evolutivamente se diferenció en África y de ese ancestro surgió la familia de la que forman parte los homínidos.
Explicación:
Respuesta:
TRABAJO AUTÓNOMO
¿Cómo se puede conocer el origen de la humanidad?
La evolución humana u hominización es un viaje fascinante a través de millones de años.
¿Cómo lo sabemos? Gracias a los científicos, unos fantásticos detectives del pasado, que
intentan desentrañar un proceso que tuvo lugar a lo largo de centenares de miles de años.
Todavía nos falta saber mucho, pero cada vez se comprende un poco más cómo se formó la
humanidad. Producto de la evolución Los humanos actuales somos todos consecuencia de la
evolución, que es el proceso de transformación de las especies a través de cambios producidos
en sucesivas generaciones. Los cambios no solo se produjeron por el medio físico y por la
selección genética natural, sino que, al menos en nuestro caso, fueron impulsados por el
propio género humano.
Aunque nos diferenciamos del resto de los animales (por ser racionales y poder hablar), los
humanos somos parte del reino animal. Pertenecemos al grupo de los vertebrados, a la clase
de los mamíferos, al orden de los primates, a la especie Homo y al género Homo sapiens. No es
correcto decir que “descendemos” de los monos. El orangután, el gorila, el chimpancé y
nosotros somos primates. Pero la evolución de cada especie fue diferente. Todos venimos
probablemente de un tronco común que, muy atrás, hace 70 millones de años, en el período
llamado Paleoceno, empezó a dividirse. Los primeros hominoideos, familia biológica a la que
pertenecemos, aparecieron durante el Mioceno, de 24 a 5 millones de años atrás.
El gran cambio climático que se produjo en la Tierra hace cuatro millones de años forzó a los
primeros homínidos a abandonar la selva y adentrarse en las sabanas (grandes planicies con
pocos árboles), que se extendían cada día más. Los científicos los llaman Australopithecus. De
ellos se conocen al menos seis especies. Hasta donde sabemos, no eran capaces de hablar
como nosotros, su cerebro no era mayor que el de un chimpancé, tenían muchos rasgos
simiescos y no disponían de instrumentos de piedra; pero ya eran bípedos, es decir, caminaban
sobre las dos piernas. Vivieron un millón de años, pero se extinguieron.
Homo habilis y Homo erectus Hace dos millones de años aparecieron los Homo habilis. Con un
cerebro que ya era la mitad del nuestro, y sus manos con el pulgar opuesto a los demás dedos,
podían agarrar mejor. Inventaron herramientas sencillas de piedra, de hueso (raspadores y
cuchillos) y, quizá, de madera, aunque de estas no se han encontrado vestigios. Los estudios de
sus esqueletos muestran que tampoco hablaban, aunque emitían diferentes sonidos. Para
comer, recolectaban frutos, plantas y huevos de los nidos; cazaban, a pedradas, pájaros,
ratones y lagartijas, y aprovechaban la carroña dejada por los grandes depredadores. Medio
millón de años más tarde aparecieron los Homo erectus. Los detectives del pasado nos dicen
que su cerebro ya era dos tercios del nuestro, que mejoraron las herramientas de piedra,
madera y hueso, y que empezaron a cazar animales medianos (venados, cebras). Se
comunicaban con chasquidos de la lengua e interjecciones. Pero su mayor salto fue el control
del fuego. No podían encenderlo, pero sí lo tomaban de los incendios (provocados por rayos
en las sabanas) y lo mantenían siempre ardiendo en sus cuevas. Con el fuego obtuvieron luz,
calor y, sobre todo, aumentó su seguridad: ahora podían alejar a los grandes depredadores.
Además, podían asar la carne de sus presas. Se adaptaron tan bien, que sobrevivieron 1,8
millones de años. Pero ellos también se extinguieron.
No fueron antecesores del género humano actual. El Homo sapiens surge y sobrevive Y fue
entonces, hace 200.000 años, que apareció el Homo sapiens. Su cerebro era grande, de 1.400
cc de capacidad, mayor que la suma de los cerebros del Australopithecus y del Erectus.
Fabricaban mejores herramientas, trabajaban en grupos y construían trampas para cazar
animales; lograron dos adelantos magníficos: encender fuego (por fricción, al rotar una vara
sobre un pedazo de madera) y desarrollar un lenguaje, todavía muy primitivo, de pocas
palabras, pero útil para comunicarse. Con eso aumentó su capacidad de resolver problemas.
Eran ya humanos como nosotros, aunque primitivos. Antes se creía que el Erectus salió del
África y hubo varios desarrollos simultáneos que arribaron al Sapiens. Estudios de ADN han
confirmado en los últimos años que todos los humanos, en nuestras variadas formas y colores,
descendemos de estos cazadores-recolectores africanos. Es parte del avance y el debate de la
ciencia. Eva: madre mitocondrial Neanderthal 34.000 Cro-Magnon Agricultura Escritura Era del
metal Homo sapiens moderno Elaboración: CEN Razonamiento • ¿Cuáles fueron las razones
Explicación: