Respuestas
Respuesta:
Es posible que la causa por la que el castigo permanece como herramienta educativa sea su aparente eficacia e inmediatez para controlar o detener el comportamiento inadecuado o quizás simplemente sigue vigente porque fuimos educados así y por lógica natural tendemos a actuar tal y como actuaron con nosotros.
Explicación:
NO, porque emplear castigos como medida habitual de corrección provoca pérdida de confianza del niño hacia los padres o educadores, daña la autoestima del niño, que llega a desvalorizarse (sobretodo si piensa que no merece el castigo), se produce estrés, tensión y agresividad e incluso provoca el uso de la mentira o el engaño para evitar el castigo.
Muchos niños acaban distanciándose de sus padres y les “castigan” a ellos negándoles la comunicación y generando rabia y necesidad de venganza (no siempre consciente).
Muchos otros acaban perdiendo la espontaneidad y la creatividad (¿la niñez?) y se convierten en niños inseguros, temerosos y dependientes de la persona que lo castiga, pues evitan tomar decisiones que puedan ser erróneas y que puedan originar un nuevo castigo.
emplear castigos a los niños es pkr correccion y una berramienta educativa