Respuestas
Respuesta:El territorio mexicano está en el sur, muy cercano a la zona de subducción de la placa de cocos y la placa norteamericana, y esta última se desliza lentamente por encima de la de Cocos, propiciando el desarrollo de sismos.1 El movimiento es constante, pero cuando llega a haber fricción entre las placas y terminan por atorarse, se acumula energía en las placas, debido a que las corrientes de convección del manto terrestre siguen empujando a la placa, lo que ocasiona que se acumule energía y, al cabo de un tiempo, cuando se llega a liberar toda la energía, se ocasionan fuerte movimientos sísmicos, tales como los acontecidos en 1957, 1985 y en 2017
En el norte del país también se encuentra la falla de San Andrés que, a diferencia de la zona de subducción de las placas norteamericana y de cocos, es de tipo transformante, es decir, se desplaza hacia los lados. Es una de las más activas del mundo, por lo que la actividad sísmica en esa zona es algo muy común, aunque rara vez ha ocasionado un sismo de gran magnitud. El último sismo sumamente destructivo y de magnitudes muy grandes fue el de San Francisco a inicios del siglo XX.
Explicación:En Yucatán y en el área del golfo de México hay actividad sísmica muy pequeña, debido a que estas zonas no se encuentran cercanas a puntos calientes, zonas de subducción o fallas geológicas.