Respuestas
Respuesta:
Felipe V, en 1721 mando construir unos jardines en la explanada que había frente al Palacio Real.
En 1739 se produce una gran avenida en el mes de diciembre, dejando el puente medieval en situación muy precaria.
En 1771 Carlos III, mandó derribar el Palacio Real, dado el estado ruinoso en que se encontraba.
En 1787 se funda la Real Sociedad Anónima de Amigos del País.
En el año 1808 las Tropas francesas llegan a Tordesillas y se hacen fuertes en el Convento de San Francisco. El 25 de diciembre de 1808 las crónicas relatan la llegada de Napoleón a Tordesillas y la entrevista que se produjo dos días más tarde con la Abadesa de Santa Clara, que intercede por los religiosos franciscanos que habían sido condenados a muerte.
En 1812, como consecuencia de la guerra de independencia española, el general inglés Lord Wellington, huyendo de las tropas francesas, decide volar con dinamita el sexto de los arcos del puente.
En 1858 la Reina Isabel II acompañada de su esposo Don Francisco de Asís y de su hijo el Príncipe de Asturias, el futuro rey Alfonso XII, visitan Tordesillas, alojándose en la Casa Hospedería del Real Monasterio de Santa Clara.
En el año 1992 las Cortes de Castilla y León autorizaron la creación de la Sociedad Quinto Centenario del Tratado de Tordesillas.
En el año 1994 se conmemora el V Centenario del Tratado de Tordesillas con exposiciones histórico–artísticas, ciclos musicales, teatrales y cinematográficos; jornadas de escritores, periodistas y parlamentarios, ferias de artesanía, jornadas gastronómicas y otras actividades. Se crea una sociedad estatal para la celebración del V centenario del Tratado de Tordesillas.
Sus Majestades los Reyes Don Juan Carlos y Doña Sofía y su Excelencia el Presidente de la República Portuguesa Dr Mario Soares inauguraron después de ser restauradas las Casas del Tratado, el día 7 de junio de 1994 fecha del V Centenario del Tratado de Tordesillas.
Explicación:
El esplendor, bullicio y frenética actividad que caracterizó a la ciudad de Alcalá de Henares durante casi los dos siglos precedentes, fueron apagándose lentamente desde mitad del siglo XVII, proceso que culminará en el XIX cuando, en 1836, su motor de desarrollo, la Universidad Complutense, sea suprimida de su solar y trasladada a Madrid.
Durante los siglos XVIII y XIX la ciudad cambiará a consecuencia de una serie de factores: la proximidad geográfica a la capital del Estado; el fin del viejo orden y el nacimiento de un nuevo régimen encabezado por la emergente sociedad liberal; la crisis universitaria, que provocó cierres y agrupamientos de colegios menores; la expulsión de los jesuitas; la guerra de la Independencia y la entrada de las tropas napoleónicas en la ciudad; la exclaustración de órdenes religiosas con la desamortización; la abolición de los señoríos, con lo que dejó de pertenecer a la Mitra Toledana; y las malas cosechas y epidemias de la primera mitad del siglo XIX. Todo ello provocó una profunda crisis y una modificación económica y social que influirán en el paisaje urbano de Alcalá.
Con la nueva división provincial Alcalá quedará incorporada a la provincia de Madrid. Viajeros e historiadores la describirán como una ciudad abandonada, estancada demográficamente y en ruinas. Lo antiguos universitarios han sido reemplazados, durante la guerra de la Independencia, por las tropas invasoras y, posteriormente, por las unidades militares y las penitenciarías que ocuparon los antiguos edificios y solares incautados por el Estado. Tal es el caso del cuartel del Príncipe asentado sobre el antiguo solar de los conventos de San Diego y San Bernardo, el depósito de Sementales que se instaló en el convento de la Merced Calzada, la sede de la Capitanía en el de la Trinidad o un regimiento de caballería en el colegio Máximo de la Compañía de Jesús. Pero a pesar de esta terrible crisis se desarrollaron algunas intervenciones dignas de mención, como fue el traslado de la universidad al edificio de los jesuitas, tras la incautación en 1776 de los bienes y rentas del colegio mayor de San Ildefonso, que fue remodelado para adaptarlo a las nuevas funciones. También la construcción de una nueva puerta, la de Madrid, en 1788, como símbolo de los nuevos tiempos y como consecuencia el derribo de parte de las murallas y su pérdida de funcionalidad. Se crearon dos nuevos espacios verdes urbanos, el parque O´Donell y el paseo del Chorrillo. En el antiguo convento hospital de San Carlos o de Agonizantes se instaló la nueva sede del Ayuntamiento, en 1870. Se construyó el palacete de Laredo, exponente singular del neomudejar madrileño, que se levantó en el paseo camino a la estación del ferrocarril, construida en 1859. Por último se recuperó el palacio Arzobispal convirtiéndolo en sede del Archivo General del Reino.