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Respuesta:Había una vez una señora que vivía en una CASA muy bonita. Por las tardes era común que ella saliera de CAZA para atrapar conejos para la cena.
Cuando regresó, puso a COCER la carne y mientras tanto se puso a COSER la ropa de su hijo más pequeño, al que le encantaban los juegos de AZAR con dados.
Cuando la carne terminó su cocción, la señora pensó en ASAR salchichas, porque tenía CIEN, pero lamentablemente le empezó a doler la SIEN.
Al poco rato, se fue a dormir y puso la comida ENCIMA de la mesa para que cuando su familia llegara pudiera comer. En sus sueños, estaba de nuevo en el bachillerato, en su clase de química y el profesor les explicaba la función de las ENZIMAS.
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