Respuestas
Respuesta:
si mal no me equivoco
Es el amor, es una emoción humana y compleja que nos cuesta comprender e interpretar. En general, se tiene una idea del amor muy idealizada, en la que se ve como un valor ensalzado, puro, universal, eterno e irracional que supera todas las barreras. Cuando hablamos de este tipo de amor, nos referimos al “amor romántico”, exclusivo de la cultura occidental y de la época actual.
Sin embargo, el amor es múltiple y la experiencia afectiva está conformada por un conjunto de variables que se entrelazan de manera compleja. Es difícil precisar qué es el amor y unificar su terminología. Durante décadas, nuestra sociedad, se ha preocupado en especial por la educación intelectual y sus rendimientos y ha descuidado el aspecto afectivo. Ahora, sabemos que es necesario buscar un amor inteligente, capaz de integrar en el mismo concepto, los sentimientos y las razones en proporciones adecuadas. El amor no solo hay que sentirlo, sino incorporarlo a nuestro sistema de creencias y valores.
En la relación de pareja, cada miembro de la pareja puede percibir el nivel de los tres componentes del amor del otro de un modo muy diferente a como uno mismo juzga su propio nivel de implicación. Por lo tanto, pueden surgir discrepancias en un triángulo entre lo que experimenta un miembro y lo experimentado por el otro. Además, a lo largo del tiempo, estos tres componentes van evolucionando de modo diferente, de tal forma que la relación que tenemos con nuestra pareja puede cambiar con el paso del tiempo. Cada uno de los tres elementos básicos del amor tiene una evolución temporal diferente. La intimidad se desarrolla gradualmente conforme avanza la relación y puede continuar siempre creciendo, aunque es un crecimiento más rápido en las primeras etapas. La pasión, por su parte es muy intensa al principio y crece de forma vertiginosa, pero suele decrecer conforme la relación avanza, estabilizándose en niveles moderados. El compromiso, por último, también crece más lento que la intimidad al principio, y se estabiliza cuando las recompensas y costes de la relación aparecen con nitidez. Hay que tener en cuenta que en la mayor parte de las relaciones amorosas, ninguno de los componentes se desarrolla aisladamente de los otros dos.