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LA UNIÓN DE LA IGLESIA Y EL ESTADO
por BERNARDINO LLORCA, S. I.
SuMMARiuM.—Multi moderni catholici defendunt theoriam sepa>'utionis intt'i'
Ecclesiam et Statum et proponunt^ ut exemplum, statuni florentem
Ecclesiae Catholicae in Statibus Foederatis Americae Septentrionalis, ubi viget separatio Ecclesiae ab Statu. Sed haec theoria saepe
a Romanis Pontificibus damnata est et adhuc nostris temporibus
damnatur;immo contradicit lraditioni et opinioni generali Ecclesiae.
In hoc vero articulo ducitur ex Historia Etclesiae Catholicae clara
probatio huius doctrinae, quam de hac quaestione Romaní Pontifices tenent. Ad hunc jinem proponuntur tria magna momenta Imperii Christiani in Historia: Primo, Imperium Romano-Christianum;
secundo, Imperium Caroli Magni; tertio, Imperium Romano-Germanicum niediaevale: et ostenditur in tribus his magnis lmperiis
christianis, quae ut optima exempla unionis inter Ecclesiam et
Statum exsistunt, multo maiora fuisse convmoda seu beneficia, quae
Ecclesia Catholica ex unione cum Statu recepit, quam illa damna
realia et incommoda sat gravia, quae ex abusu huius unionis saepe
orta sunt. Unde, quamvis agnoscantur et cdmittantur incommoda,
quae ex illa unione oriri solent, omnibus consideratis, unio inter
Ecclesiam et Statum propter ingentia beneficia iruic provenientia
utilis et benefica est Ecclesiae.
Es frecuente en nuestros días oir, sobre todo a ]os extranjeros, hablar
del espíritu de intolerancia de los españoles, de nuestra falta de comprensión de los avances modernos y del atraso de nuestra mentalidad en Ia cuestión religiosa. Todo esto se aplica de una manera esf*cial a Ia unión entre
Ia Iglesia y el Estado. Recuerdo a este propósito, con ocasión del Congreso
Eucarístico Internacional de Barcelona del año 1952, haber oído a un católico francés lamentarse del hecho de que Franco mismo con todo su Gobierno asistieran como tales públicamente a las procesiones del Congreso,
y añadía que eso era una cosa anticuada; que modernamente el ideal para
Ia misma Iglesia era Ia separación perfecta del Estado; éste debía ser
enteramente laico, laicas sus instituciones, laicas las escuelas, laica toda Ia
vida oflcial y pública. La religión era una cosa privada y de conciencia.
Ya se ve cuán distinto es este modo de pensar del tradicional, que
estamos acostumbrados nosotros a oir; cuán diverso de aquel ideal, que
nosotros nos imaginamos, de un Gobierno íntimamente unido a Ia Iglesia
y en perfecta inteligencia con ella; de un Estado, donde las escuelas son
"Salmantteensls", 1 (1954).
Universidad Pontificia de Salamanca
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católicas, sus leyes eminentemente cristianas y toda Ia vida pública regida por los principios cristianos. Pero este criterio reinante es reflejo de
una ideología general en muchos sectores de nuestros días. Uno de los
que más han contribuido a robustecerla, dándole un carácter fundamental
y filosófico, es el célebre publicista Jacques Maritain, con sus ideas originales sobre una nueva cristiandad, basada en Ia más absoluta tolerancia
y convivencia de todos los cultos y en Ia completa separación entre Ia
Iglesia y el Estado '. La autoridad indiscutible de Jacques Maritain y las
razones aparentemente convincentes en que se funda, han contribuido eficazmente a dar solidez a esta ideología, que han abrazado inconscientemente muchos círculos católicos, mientras otros vacilan sin saber a qué
atenerse.
En confirmación de estos puntos de vista se trae principalmente el
hecho de Ia situación del catolicismo en los Estados Unidos. Más aún.
Consta que el mismo Jacques Maritain, en su prolongada estancia en Ia
América del Norte, quedó fascinado por el esplendor de los adelantos y del
modernismo norteamericano, por Io cual ha querido luego aplicar a Ia cristiana Europa las normas características de Ia situación norteamericana.
En efecto, por una parte, es bien conocido el estado próspero del catolicismo en los Estados Unidos. Es innegable Ia importancia que ha adquirido en los últimos decenios, con su jerarquía ampliamente desarrollada;
sus docenas de universidades profesionalmente católicas; Ia prosperidad
Explicación: