Enumeren los argumentos que utilizaron los pensadores absolutistas para defender la monarquía absoluta.
Respuestas
Respuesta:
En la primera parte del texto, “Legitimidades”, se mencionan cuatro. La dinástica y la constitucional. En el 77 don Juan renuncia a sus derechos a la Corona. La Constitución del 78 establece en su artículo 1.3 que la forma política del Estado es la Monarquía parlamentaria y dedica a la Corona su Título II (artículos 56 al 65). No hay continuidad con la anterior tradición monárquica hispana ni con la dictadura. Hasta el 82, Juan Carlos I adquiere las otras dos legitimidades: la democrática, porque su monarquía ayuda a la consolidación democrática; y la popular: los españoles estiman y respetan su actuación.
En la segunda parte, “La monarquía republicana”, se afirma que no existen líneas nítidas de separación entre república y monarquía, sino múltiples hibridismos. España es una monarquía republicana ya que integra, defiende y garantiza los valores fundamentales de la libertad y la democracia (atribuidos en teoría al republicanismo).
Las circunstancias de los últimos años de reinado que llevaron a abdicar la Corona en junio de 2014 se analizan en el tercer capítulo, “El Rey en su laberinto”. En octubre de 2011 los ciudadanos suspendieron por primera vez a la Corona en la encuesta del CIS. Mientras expresaba esta justificada crítica, nuestra sociedad, sin apenas memoria histórica, olvidaba las aportaciones de Juan Carlos I incluso desde antes de la Transición.
Los escándalos están en la mente de todos. Entre otros el asunto Corinna, la caída durante la caza de elefantes en Botsuana, el caso Nóos (“Nóos forramos”) que llevó a la cárcel a Iñaki Urdangarín, esposo de la Infanta Cristina… etcétera. La situación se agravó al desarrollarse en un contexto de crisis, recesión, destrucción de empleo y consiguiente hipersensibilidad social con el auge de populismos y nacionalismos. Otro elemento a tener en cuenta fue el cambio en el tratamiento mediático del rey y su familia: la discreción dio paso a la frivolidad y el amarillismo. Y el factor generacional. La buena sintonía existente con Adolfo Suárez y Felipe González fue a menos con presidentes posteriores. Para más información sobre esa etapa aciaga para Juan Carlos I resulta especialmente interesante Final de partida (2015), una exhaustiva crónica de la periodista Ana Romero.
Nueva etapa: Felipe VI
La última parte del trabajo de Jordi Canal, “Tiempo de ejemplaridad”, trata de Felipe VI, muy consciente de que las monarquías parlamentarias – al igual que las repúblicas – han de ser consolidadas a diario. El pacto implícito con la ciudadanía hace necesaria una constante renovación.
El primer lustro de su reinado ha estado presidido por la ejemplaridad que presenta un balance positivo y de consolidación de la Corona. Pocas semanas después de la proclamación se solicitó al Gobierno que la Casa Real fuera incluida en la nueva ley de transparencia. Felipe VI introdujo la austeridad y la contención del gasto. En comparación con sus homólogas europeas y las repúblicas vecinas, nuestra monarquía no resulta demasiado costosa.
Explicación: listo oye me puedes seguir y dar coronita por favor