¿Qué desigualdades produce la pobreza, entre los adolescentes de tu entorno en el contexto social, político, económico y cultural?
¿Qué oportunidades se afectan por el dicho contexto?
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Respuestas
Respuesta:
La desigualdad económica limita la movilidad social o la posibilidad de que, en el transcurso de su vida, una persona joven pueda abrirse camino para tener una mejor situación económica.
A su vez, se enfrentan a graves problemas sociales, políticos y medioambientales que han heredado de las anteriores generaciones. Desde el punto de vista de desigualdad política, los jóvenes carecen de foros y oportunidades de participación política e influencia. En general, son representados de manera escasa en posiciones de gobierno con influencia o en sistemas muy jerárquicos que favorecen a los adultos. Además, a nivel global, más de 71 millones de jóvenes no tienen empleo según la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Sin embargo, necesitamos de su energía, la creatividad y la pasión para afrontar dichos retos son un motor de cambio para el beneficio de toda la sociedad. Pero los más adultos aún no las comprendemos bien. En un mundo que ha sido testigo de diversas revueltas políticas lideradas por los jóvenes en los últimos años, los gobiernos, las organizaciones internacionales, la sociedad civil y el sector privado deben comprender mejor las maneras en que las desigualdades afectan la vida de los jóvenes
Los resultados de la encuesta son muy interesantes desde el punto de vista de la lucha contra la desigualdad. Por un lado, la desigualdad ocupa la tercera posición respecto a las preocupaciones globales de los jóvenes, por detrás de cambio climático y paz y por delante de la pobreza. La desigualdad pasa a segundo lugar cuando se les pregunta por los problemas de su país y en este caso queda por detrás de corrupción. Las causas de la desigualdad que identifican son curiosas: la primera que citan es la corrupción. Quizás esto tenga relación con la confianza que muestran los jóvenes en la encuesta en que los individuos pueden arreglar los problemas del mundo, por encima de los gobiernos y muy lejos de las oenegés. Solo con transparencia, eficiencia y eficacia se podrá recuperar la confianza en las instituciones públicas y las organizaciones de la sociedad civil.