Respuestas
Respuesta:Los problemas ambientales y políticos generados por nuestra dependencia de los combustibles fósiles, junto con la disminución de los recursos petroleros, han motivado en nuestra sociedad la búsqueda de nuevas fuentes renovables de energía. En este sentido, la biomasa es una fuente promisoria debido a que es renovable y neutra en el balance de CO2; además, los combustibles derivados de biomasa queman más limpio que los combustibles fósiles. Se ha estimado que la biomasa podría producir de manera sustentable cerca del 25% de los requerimientos energéticos. Las fuentes primarias de conversión de biomasa en combustibles líquidos incluyen a la gasificación termoquímica para producir gas de síntesis, la licuación/pirólisis hacia bio-aceites, la conversión de azúcares hacia etanol e hidrocarburos aromáticos, y la esterificación de triglicéridos para formar biodiesel. En particular, la biomasa y los residuos de biomasa son fuentes promisorias para la producción sustentable de hidrógeno y combustibles líquidos. Sin embargo, la conversión de biomasa en biocombustibles representa aún un desafío tecnológico, dado que procesos tales como la descomposición enzimática de azúcares, el reformado por vapor de bio-aceites, y la gasificación resultan aún inviables por la baja velocidad de producción de hidrógeno y/o los complejos requerimientos de procesado. De esta manera, es crítico el desarrollo de nuevas tecnologías para acelerar la mejora del proceso de obtención de hidrógeno renovable a partir de biomasa.
Explicación: