descripción de Lucas 15:11-32 con explocasión aspectos positivos y aspectos negativos ayuda porfavor ☺️☺️
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Resumen:
Rnalidad respecto de su contexto, su tiempo y su objetivo (Konings, 2001); y, pese a que la lectura que se hará a continuación tiene los lentes de “lo juvenil”, dicho contexto aporta mucho a una comprensión desde dicha hermenéutica bíblica.
Lucas escribe para un grupo urbano, un grupo citadino, mezclado y poco homogéneo, en el que hay pobres y ricos, esclavos y libres, adultos y jóvenes, letrados y analfabetos. Se trata de las comunidades de Pablo, donde comienza a sentirse la injusticia:
Oigo decir que en la eclesia les resulta imposible comer la cena del Señor, pues cada uno se adelanta a comerse su propia cena, y mientras uno pasa hambre, el otro está borracho... ¿Quieren avergonzar a los que no tienen? (1 Cor 11, 18-21).
Poco a poco, este tipo de dificultades se van acumulando y haciendo más notables de modo que los pobres, los esclavos, las mujeres, y por supuesto los jóvenes, van perdiendo espacio. Este es el desafío que el grupo de Lucas tiene que enfrentar. Lucas vuelve a la memoria del Cristo vivo, lo trae para dentro de su comunidad para que Él mismo se encargue de dar la respuesta. Por eso, los protagonistas de Lucas van a ser los pobres, las mujeres, los últimos, y en el caso del ícono, metafóricamente, un joven.
El segundo aspecto formal es que, en realidad, la parábola bien podría no llamarse del “hijo pródigo”, pues en la lectura se puede descubrir que un centro importante del relato es el “padre misericordioso y de justicia” hacia el cual el joven va a regresar (Caravias, 1985). En la segunda parte del relato se volverá a este aspecto, de modo que no resulte extraño que en una lectura juvenil se coloque al adulto como uno de los actores principales.
Ya entrando al fondo de la historia, es necesario recordar que el Dios de Lucas es un Dios cercano, que es Padre, que Jesús descubre como tal y que trata como tal. Lucas tiene muy claro que el Dios que baja, no es solo para consolar, sino para liberar de la opresión, para posibilitar la “justicia”.
Llama la atención, que en el Evangelio Lucano, Jesús siempre está caminando, hasta llegar a una casa, donde se acomoda para comer y comer muy bien (Gallazi, 1995). Es el caso también del relato que se está abordando. El verbo comer y la palabra mesa son constantes en este evangelio, y eso es imprescindible conocer para posibilitar un acercamiento a la justicia desde este texto bíblico. En cada mesa se cuestiona, se discute, se dialoga, se debate y se vive (Gallazi, 1985). Una de esas mesas es el banquete que el Padre hace preparar para su hijo que vuelve, y que tanto escandaliza al “hijo bueno”, que no participa de la cena.
2. El joven y su opción por la justicia
Para comprender el texto se ha dividido la reflexión en tres partes, la primera que habla sobre la visión de justicia que tiene el pueblo de Israel y que hoy se descubre de modo parecido. La segunda, referente al joven como sujeto que se deja interpelar por la realidad y descubre la injusticia y la tercera respecto del joven como agente, que vive la justicia y que intenta vivirla desde un modelo particular.
2.1. ¿De qué justicia se habla?
Es importante comenzar aclarando que los Evangelios se escriben en plena etapa del florecimiento griego, y de hecho son escritos en esta lengua (Konings, 2001). Resulta que en el mundo griego hay ciertas “injusticias normales”, como por ejemplo, el hecho de que siendo la cuna de la “democracia”, de ella solo participaban los hombres de ciudad, y no los campesinos, ni las mujeres, ni los esclavos, que eran de hecho más del cincuenta por ciento de la población (Gaviria, 2010).
La filosofía de esta época ayudará a legitimar esta mentalidad. ¿Quién es el hombre?: Es un animal racional, expresará Aristóteles. Se trata de un dualismo conflictivo, es alma y cuerpo. Por supuesto, el alma por encima del cuerpo. Ampliando un poco este panorama se tendrá: ser humano-animal, hombre-mujer, libre-esclavo, sabio-iletrado, entre otros. (Saravia, 1993) y ampliando aún más este esquema hasta la actualidad se tendría: consagrado-laico, ser humano-naturaleza, adulto-joven.
Por esta razón es que lo pitagórico (con el Uno), aristotélico (con el dualismo conflictivo) y platónico (con el mundo de las ideas), ampliamente reflexionado por los filósofos creyentes en los siglos posteriores, representaron en el fondo, una verdadera traición al cristianismo.