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Respuesta:
Es una persecución debida a la acción sindical desarrollada por el sindicato, centrada en la oposición al acuerdo de convenio y a los EREs que va presentando la empresa.
Explicación:
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ESPEROM QUE LE SIRVA AS UN PEQU
Explicación:
El pasado 21 de Mayo se celebró en la biblioteca Regional "Mariano D. Berrueta" (León, C/ Santa Nonia) una mesa redonda sobre la represión sindical en Colombia. La charla organizada por el grupo local de León de Amnistía Internacional y las Uniones Provinciales de León de U.G.T. y de CC.OO contó con la presencia de representantes de dichas asociaciones y con Jesús David Contreras Pico y Antonio Gerdts Cortés, quienes contaron en primera persona la represión que sufre dicho colectivo en su país. Además de esta charla, Jesús David Contreras Pico y Antonio Gerdts Cortés tuvieron una apretada agenda de entrevistas en los principales medios de comunicación locales con una destacada repercusión mediática.
JESUS DAVID CONTRERAS PICO
Jesús David es dirigente sindical de la Unión Nacional de Empleados Bancarios UNEB-CUT en el departamento de Santander. En el 2006 sufrió un intento de secuestro cerca de su casa y frecuentes hostigamientos; en el 2007 continuaron los hostigamientos y seguimientos, está amenazado de muerte por los grupos paramilitares que lo declararon junto con la dirección del sindicato como objetivo militar. De las violaciones de sus derechos hay denuncias ante las autoridades colombianas, Fiscalía y Defensoría del Pueblo.
ANTONIO GERTDS CORTES
Antonio es Presidente del sindicato Asociación Nacional de Trabajadores de Hospitales y Clínicas de Colombia, ANTHOC-CUT Seccional Nariño, además es el responsable del Departamento de Derechos Humanos de la Central Unitaria de Trabajadores CUT en el Departamento de Nariño. Es víctima de amenazas de muerte, seguimientos y hostigamientos frecuentes. En marzo de 2007 detonaron un artefacto explosivo frente a su casa y posteriormente sobrevivió a un atentado para asesinarlo en el municipio de Tumaco. En los últimos días se arreciaron las amenazas y hostigamientos contra Antonio y contra la dirigencia de ANTHOC-CUT Nariño.
En los últimos dos decenios, en Colombia han muerto por homicidio más de 2.000
sindicalistas y han sido sometidos a desaparición forzada 138. En más del 90 por
ciento de los casos, los responsables no han sido puestos a disposición judicial.
Aunque en los últimos años se ha reducido el número de homicidios de sindicalistas,
Amnistía Internacional considera que la crisis de derechos humanos a que se
enfrentan las personas que desarrollan actividades sindicales sigue siendo grave. Las
autoridades colombianas han tomado algunas medidas para mejorar su seguridad; no
obstante, es preciso emprender acciones más decisivas para garantizar que se respeta
el derecho a la libertad sindical en la legislación y en la práctica.
A pesar de la supuesta desmovilización de los grupos paramilitares
respaldados por el ejército, paramilitares aparentemente desmovilizados continúan
matando y amenazando a sindicalistas. Las fuerzas de seguridad también han sido
responsables directamente de homicidios de sindicalistas, así como de instigar
procesos penales arbitrarios contra sindicalistas. Amnistía Internacional considera que
sigue aplicándose una estrategia militar-paramilitar coordinada, que tiene por objeto
menoscabar el trabajo de estas personas, tanto por medio de su eliminación física,
como intentando desacreditar la legitimidad de las actividades sindicales. La guerrilla
también ha sido responsable de homicidios de sindicalistas.
No siempre es posible determinar la motivación subyacente a las amenazas de
muerte y homicidios cometidos contra sindicalistas. En el contexto del largo conflicto
armado interno de Colombia, a menudo se ha convertido a sindicalistas en objeto de
abusos contra los derechos humanos debido a su filiación política o a otros factores
ajenos a sus actividades sindicales. Sin embargo, existe una constante de abusos
contra los derechos humanos de sindicalistas cometidos en el contexto de conflictos
laborales, lo que indica que se ataca a sindicalistas debido precisamente a su trabajo
como tales.
Amnistía Internacional considera que la comunidad internacional tiene una
importante función que desempeñar en los esfuerzos por garantizar el derecho a la
libertad sindical en Colombia. El hecho de que la Organización Internacional del
Trabajo (OIT) decidiera en 2006 establecer una presencia permanente en Colombia a
fin de mantener bajo observación el derecho a la libertad sindical constituye una
excelente oportunidad para que la comunidad internacional vigile atentamente la crisis
de derechos humanos a que se enfrentan las personas que desarrollan actividades
sindicales y pida a las autoridades colombianas que tomen medias decisivas para
garantizar su seguridad.