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Explicación:
Quien esto escribe ha dedicado al Lazarillo dos trabajos de conjunto: un ensayo de interpretación histórica y crítica1, por una parte, y, por otra, una edición anotada cuyo primer objetivo es esclarecer el sentido literal del texto y, en el prólogo, revisar las principales cuestiones de hecho (datación, autoría, modelos y fuentes) que plantea la génesis de la novela2. Los estudios y apuntes que aquí se publican son sobre todo justificación detenida de afirmaciones que en esos dos trabajos se hacen en forma sucinta.
Van en orden cronológico de redacción, porque a menudo las conclusiones de unos han de tenerse presentes en otros posteriores y, primordialmente, porque sus insistencias, correcciones y cambios de rumbo pueden ilustrar en más de un aspecto qué largo es el arte del Lazarillo y qué corta, para abarcarlo, la vida del estudioso. Cuando aportaciones ajenas o propias han desmentido algún punto de los artículos de fecha más temprana, he dado entre paréntesis cuadrados la referencia oportuna. —10→ Por lo demás, he añadido solo los complementos bibliográficos más urgentes o bien la indicación de dónde obtenerlos.
He dudado si incluir o no el capítulo final. Nacido como disertación ante un público variopinto, hubiera podido ponerle ahora las notas más imprescindibles; pero, aun así, quedaría como un mero esbozo, a falta de un tratamiento adecuado de otros temas que ni siquiera cabía desbrozar en los cincuenta minutos rituales en actuaciones similares. A su vez, prestar la debida atención a las técnicas narrativas del Lazarillo en tanto creadoras de la ilusión realista y precisar las convergencias y divergencias de nuestra novela con la ficción de la época habría significado escribir un libro más extenso que el presente. Por el momento, pues, he renunciado a esa tentación y me he contentado con introducir algunos retoques y reemplazar por otro nuevo un apartado del texto original.
Así, este volumen, al cabo, queda abierto, con el mismo ánimo de sus primeras páginas, más atento a apuntar problemas que confiado en resolverlos. Sólo en ese sentido hace quizá justicia al Lazarillo.
Valladolid, 4 de octubre de 1987
—11→
He aquí la procedencia o el destino último de los estudios abajo recogidos:
«Problemas del Lazarillo», en Boletín de la Real Academia Española, XLVI (1966), págs. 277-296.
«En torno al texto crítico del Lazarillo de Tormes», en Hispanic Review, XXXVIII (1970), págs. 405-419.
«Para el prólogo del Lazarillo: 'el deseo de alabanza'» en Actes de la Table Ronde Internationale du C.N.R.S. Picaresque espagnole, Montpellier, 1976, págs. 101-116.
«(Sylva XVIII) De mano (besada) y de lengua (suelta)», en Estudios sobre arte y literatura dedicados al profesor Emilio Orozco Díaz, III (Granada, 1979), págs. 90-91; y en Primera cuarentena y Tratado general de literatura, Barcelona, El festín de Esopo, 1982, págs. 73-75.
«(Sylva XIII) Otros seis autores para el Lazarillo», en Romance Philology, XXXIII (1979-1980), págs. 145-146; y en Primera cuarentena, págs. 57-58.
«Nuevos apuntes sobre la carta de Lázaro de Tormes», en Serta Philologica Fernando Lázaro Carreter..., II (Madrid, Cátedra, 1983), págs. 413-425.
«Resolutorio de cambios de Lázaro de Tormes (hacia 1552)» en Homenaje a Francisco López Estrada, Madrid, en prensa.
«La princeps del Lazarillo. Título, capitulación y epígrafes de un texto apócrifo», en Homenaje a Eugenio Asensio, Madrid, Gredos-Diputación Foral de Navarra, 1988, en prensa.
Lázaro de Tormes y el lugar de la novela. Discurso..., Madrid, Real Academia Española, 1987, págs. 13-23, 27-41