Respuestas
Respuesta:
unos derechos carentes de protección y garantías que continúan siendo
vulnerados de forma sistémica por gobiernos, organizaciones criminales e individuos
que siguen manifestando un flagrante desprecio por la dignidad del prójimo.
La libertad, la justicia y la paz deberían conformar el paraguas que garantizase todos
estos derechos, pero desgraciadamente esos tres pilares están llenos de grietas que
dan lugar a infinidad de violaciones de los Derechos Humanos: esclavitud, tortura,
discriminación, detenciones ilegales, desplazamientos forzosos, incumplimiento de la
presunción de inocencia, intromisiones en la vida privada, ataques a la reputación,
negaciones de asilo, matrimonios forzados, violencia sexual, prohibición de la libertad
de culto, obstaculización de la libertad de expresión, así como de la libertad de reunión
y de asociación pacíficas, precarización laboral, privatización de la sanidad, devaluación
de la educación… La lista es interminable.
-No me gusta citar a militares patriarcales, pero ante la paradoja, esta vez no me voy a
resistir-. Napoleón Bonaparte dijo una vez: “Nos batimos más por nuestros intereses
que por nuestros derechos”. Creo que después de leer ese largo repertorio de
violencias y atentados contra nuestros derechos fundamentales, es sugestivo
reflexionar sobre aquello que nos mueve a actuar y demandar lo que es nuestro, no
solamente el día 10, sino los 365 días del año.
Explicación: