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Respuesta:
El habla se origina al actuar sobre la respiración: inspiramos y llenamos los pulmones de aire y espiramos y dejamos salir el aire de manera controlada. En este control de la salida del aire, conseguimos retenerlo por debajo de las cuerdas vocales, que cerramos a propósito. (Durante la respiración las cuerdas vocales están abiertas, si no estuvieran abiertas, nos ahogaríamos, pero en la fonación decidimos voluntariamente cerrarlas y aunque este movimiento sea voluntario, es inconsciente.) Esto hace que la presión de aire que existe debajo de la glotis, la presión subglótica, aumente, por lo que hay mucha más presión de aire por debajo de las cuerdas que por encima de ellas, –entre 7 y 10 cm H2O (cm de agua) nos dará una fonación de unos 60 dB de intensidad, que es lo que se considera habla normal–. Esta fuerza del aire es tal que rompe la resistencia de las cuerdas vocales que se ven obligadas a separarse poco a poco.