• Asignatura: Historia
  • Autor: camilll98
  • hace 6 años

¿Por qué se habla de “tensión social y política”?

Respuestas

Respuesta dada por: jesuszambrano073
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Respuesta:

Ya lo he dicho antes. Más allá de la buena voluntad, si no existe una moral basada en el deber, independiente de relatividades e intereses personales, no vamos a avanzar en dirimir la tensión Estado-sociedad. Sin lograr un Estado y una ciudadanía fundamentada en legalización y administración de justicia, no surgida de la tensión entre ambos contendientes ni como producto unilateral de uno de los bandos, no vamos a llegar a nada. Qué tenemos que hacer para solucionar la tensión, nos preguntamos a diario y parece consenso que hay que salvar la justicia del mal y la institucionalidad del escepticismo. Lo primero requiere de un formalismo libertario que genera no solo en el político sino también en el ciudadano, un sentimiento profundo de cumplimiento de la ley moral y eso no se adquiere con enseñanza educativa, sino con el ejercicio práctico y cotidiano, que hace posible un actuar conjunto e influirse recíprocamente.

En nuestra forma de gobernarnos, Estado y sociedad se comportan como dos mundos diferenciados en intereses, responsabilidades y actuar, de lo que ha surgido un derecho no basado en el deber, sino sujeto a intereses personales en que al final, la mayoría de grupos humanos no se relacionan. El Estado en un polo se personaliza y concentra como “un individuo político” al servicio de una oligarquía y totalmente separado del resto de la sociedad, generando un sistema autocrático. En el otro polo tenemos una sociedad totalmente desapercibida, con una relación completamente diferente tanto de identidad como en para qué de actos y acciones. Esos dos polos constantemente se atraen y repelen sin estar completamente separados aunque si interfiriéndose entre ellos, para afianzar el proceso propio de cada uno, lo que resulta incongruente y sorprendente.

Nuestra Constitución habla y señala un Estado regido por una democracia constitucional y obliga, a pesar de un dominio absoluto para beneficio de “algunos”, a un dominio ilimitado de la mayoría bajo la garantía de derechos fundamentales. Por lo tanto, bajo ese mandato, no cabe un Estado bajo oposición, ni tampoco en identificación con la sociedad solo por así. El mandato obliga a un aparato burocrático y una organización jurídica altamente diferenciada en tres poderes públicos que no se oponen a la esfera social como fin, pero tampoco es o puede ser concebido como un medio para conseguir fines y usar los medios pertenecientes a una sociedad, en beneficio de unos cuantos grupos que deben distribuir a voluntad sobrantes. Tampoco se debe entender que el Estado debe cumplir funciones y ejercer su poder para sí y por sí mismo, sino como instrumento para el cumplimiento de las finalidades de la “persona” establecida sin discriminación ni privilegios en la Constitución, para todos los habitantes del territorio nacional. Por lo tanto, los actos de los tres poderes, no pueden seguir siendo objetivos en sí mismos de los que en ellos laboran, sino medios para alcanzar los objetivos del individuo descrito en la Constitución.

Es por consiguiente de principio, que la democracia autocrática que nos domina, necesita no ser debilitada sino cambiada. Si cambiamos de intereses abstractos y objetivos de nuestras entidades y organismos de Estado actuales, a intereses concretos individuales, sociales y humanos del individuo que nos exige la Constitución hacer y desarrollar, se debe crear la línea directriz que lleve a eso y constituir la medida y la dirección estatal en lo Legislativo, Ejecutivo y Judicial, a partir de algo urgente en este momento, que es: discutir esos objetivos en el marco de un proceso permanente de formación de conciencia y de opinión públicas y transformarlos (dichos objetivos) de la esfera social a la oficial. Eso demanda de organización y medidas públicas, que puedan facilitar en la forma más amplia y completa, esa permanente transformación y trasposición mutua Sociedad-Estado, lo que implica a su vez, articular convicciones y concepciones de sectores integrantes de la sociedad, acerca de lo que debe ocurrir, como de la aprobación y desaprobación sobre lo que se hace y cómo se hace. Eso a su vez, demanda de la existencia de partidos políticos que puedan organizar fuerzas y poderes sociales, que pugnen por obtener y ejercer influjo dentro de los cánones que señala la Constitución. El trabajo es sobre el todo no sobre algunas partes.

Explicación:

espero que te sirva y gracias

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