Respuestas
Respuesta:
La narrativa latinoamericana del siglo XX rompe con las formas de la narrativa tradicional que se venían dando hasta entonces. La innovación propuesta se desarrolla desde diferentes aspectos y a partir de muy distintos recursos. La ruptura con la narrativa anterior y experimentación con nuevas formas no ha sido casual: viene de la mano de un cambio en la concepción sobre el hombre, el mundo y la realidad.
Una de las marcas centrales del siglo XX es la idea de que la realidad no es una ni objetiva, sino que es una construcción a partir de los puntos de vista de sus participantes-observadores, concepción que conlleva a una supremacía del lenguaje y su capacidad para construir realidades por sobre los fenómenos en sí. De esta manera, los hechos “científicamente corroborables” y los fenómenos “objetivos”, que la racionalidad científica había colocado en el centro de la concepción del mundo y de la mirada del hombre, se desplazan dejando su lugar al lenguaje y los discursos que dan entidad de realidad a ciertos hechos. A partir de este cambio, el tema de la construcción y la búsqueda del sentido, los límites del lenguaje, y el poder del discurso para crear realidad se tornan los grandes ejes vertebradores de este siglo.
Explicación:
El hombre del siglo XX entiende que ambas categorías no son necesariamente el tiempo lineal y objetivo en correlato con el espacio, como se consideraba hasta entonces, sino que estalla la unidad para dar paso a la idea de multiplicidad de temporalidades, tiempos paralelos, la ruptura de la linealidad a partir de la intrusión de atemporalidades o tiempos circulares o de concepción mágica, e incluso superposición de espacios o alteración del correlato de ambas categorías.
Como vemos, los cambios, innovaciones y rupturas dentro de la práctica literaria van de la mano de los cambios socioculturales e históricos por los que atraviesa el hombre, quien crea, piensa y produce arte en relación con sus inquietudes y su visión de mundo.
Nueva concepción de la realidad, centralidad del lenguaje, nuevas nociones de tiempo y espacio, un sujeto activo respecto del mundo e irrupción de lo popular en la literatura canónica son algunos de los cambios del siglo XX que propician la ruptura con las viejas estructuras y la búsqueda de nuevas formas de expresión que llevarán al nacimiento de singulares y originales propuestas en la narrativa latinoamericana.