Explique con sus palabras los tres aspectos principales que representa la imagen que le otorgan un nivel de divinidad al emperador romano.
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Respuesta:
Culto imperial (Antigua Roma)
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Domiciano fue el único emperador que se declaró a sí mismo dios mientras aún vivía.
El culto imperial en la Antigua Roma era la veneración de unos pocos emperadores elegidos como dioses una vez que fallecieron. El único emperador que se declaró a sí mismo dios mientras aún vivía fue Domiciano, lo que causó escándalo.
Hacer que ciertos emperadores fallecidos se convirtieran en dioses se volvió en un elemento prominente de la religión en el Imperio romano durante el Principado, hasta el punto de que algunos parientes de emperadores fueron también deificados (con la palabra Divus precediendo a sus nombres, o Diva si eran femeninos). El culto pronto se divulgó por toda la extensión del Imperio.
La apoteosis de un emperador era un acto esencialmente político, interpretado por el sucesor del emperador muerto para reforzar la majestad del oficio imperial y, a menudo bastante efectivo, para asociar al actual emperador con un predecesor bien considerado. Puesto que era una herramienta de propaganda centrada en los líderes, el culto imperial romano puede considerarse un culto de la personalidad.
Índice
1 Sujetos
2 Origen prehistórico
3 De Julio César a Adriano
4 Convivencia con el cristianismo
5 Traducción
6 En la literatura
7 Nota
8 Referencias
9 Para saber más
10 Enlaces externos
Sujetos
Usualmente se deificaba a emperadores muertos. Sin embargo, no siempre es el inmediato predecesor. Por ejemplo, cuando Septimio Severo derrocó a Didio Juliano para obtener el poder en el año 193, organizó la apoteosis de Pertinax, quien había gobernado antes que Juliano. Esto permitió a Severo presentarse como heredero y sucesor de Pertinax, aunque los dos no estaban emparentados.
También podía aplicarse la apoteosis a miembros fallecidos de la familia imperial, por ejemplo las esposas de emperadores como Livia o Faustina e hijos de emperadores como Valerio Rómulo.
Para las mujeres de la familia imperial, adquirir el título de augusta, concedido excepcionalmente, fue generalmente considerado como el paso previo esencial al estatus de divinidad.
En ocasiones todavía más raras, romanos no miembros de la familia imperial podían ser deificados igualmente. La última persona de este tipo deificada fue Antínoo, el joven amante del emperador Adriano. La apoteosis de Antínoo se convirtió en el tema de numerosas esculturas encargadas por Adriano para conmemorar a la juventud y, como consecuencia, la imagen de Antinoo está entre los rostros más reconocibles de la Antigüedad. De alguna manera única, su culto no fue tanto de propaganda como de auténtico y genuino afecto.
Origen prehistórico
El proceso implicaba la creación de una imagen de cera del emperador, sentado, ricamente vestido y adornado con joyas durante una serie de días, después de los cuales sería quemado. En la pira habría una jaula oculta con un águila en ella. En el clímax de la ceremonia, esta águila sería liberada, y se dice que llevaría el alma del emperador a los dioses.
La deificación de gobernantes romanos tiene sus orígenes en el culto a Rómulo, quien fue conocido en su forma deificada como Quirino.
Explicación: